Por René Laphond
Predator de 1987, una película mejor descrita como la más varonil de las películas de ciencia ficción que además lanzó una franquicia muy reconocida cumple 35 años de estreno.
En 1987 la ciencia ficción ya estaba bien cimentada con grandes éxitos, como Star Wars, por supuesto. Pero también hubo otros híbridos de género como Escape From New York (1981), Tron (1982), The Terminator (1984) y Aliens (1986), todos demostrando que no todas las películas de ciencia ficción tenían que ser cerebrales como 2001 A Space Odyssey (1968).

Pero Predator, protagonizada por Arnold Schwarzenegger como Dutch en su papel más complejo de “tipo duro que es difícil de matar”, ha mantenido su relevancia casi 40 años después de una manera que ni siquiera los que hicieron la película podrían haber previsto. Por un lado, ahora es una franquicia con F mayúscula en gran medida por la silueta inconfundible de un depredador cazador de trofeos con mandíbulas extrañas y rastas con aspecto de insecto.
Pero no es la publicidad o las secuelas, crossovers con aliens o reboots fallidos quien se ha encargado que Predator sea recordado. Han sido personas, a menudo a través de memes. Primero fue “Get To The Choppa“, una frase que Schwarzenegger grita un poco más de la mitad de la película y que es su favorita de toda su carrera, según declara.
Pero el elemento memético más perdurable es el irremplazable símbolo de amistad disfrazado de competencia impulsada por la testosterona. Exactamente a las 4:59 desde que presionas reproducir, Schwarzenegger y su coprotagonista Carl Weathers se saludan con el apretón de manos más varonil que se haya visto en el cine diciendo:
“Dillon… you son of a bitch!”

No es de extrañar que ahora se llame “Apretón de manos épico” ya que todo al respecto es grandioso: el sonido de látigo cuando chocan las palmas, los bíceps hinchados, el hecho de que ambos brazos parezcan trozos de carne sazonado con el suero del Súper Soldado, ahora incluso personas que no han visto Predator, reconocen esta escena gracias a los memes.
Pero Predator también es una de las mejores películas de acción de su época.
Lo notable es que su fachada masculina disfraza su narración eficiente. La película contrasta notablemente con la ciencia ficción de ahora, pues no es necesario buscar en internet explicaciones de lo que vemos pues se presenta una historia demasiado sencilla.
No hay texto expositivo ominoso, nada de enredos de explicación antropológica de especies alienígenas, no hay ningún idiota inteligente en el conjunto cuyo trabajo sea explicar científicamente cómo opera el extraterrestre. Todo lo que Predator necesita es una línea de Schwarzenegger:
“Si sangra, podemos matarlo“
Dutch

Sangre fluorescente que se hizo con el líquido de las varas luminosas.
Pero gran parte de la magia original de Predator se remonta a su presunción tranquila, una película que defiende el vínculo inquebrantable que puede forjarse entre los hombres en circunstancias infernales. Si bien los “héroes” armados son dulces difíciles de tragar hoy en día gracias a su misoginia y homofobia casuales, todavía nos afecta cuando los matan brutalmente uno por uno.
Cuando las probabilidades están en tu contra, Predator postula que lo mejor y lo peor que puedes tener a tu lado son a tus amigos.

En el inicio Jean-Claude Van Damme estaba contratado para ser el Predator, fue reemplazado luego porque no podía hacer sus movimientos de arte marcial con el traje del alien, así que se rediseñó a un monstruo parecido a un insecto tecnológico con armas y características ahora imitadas: la visión de calor, el camuflaje óptico transparente, el cañón con tres miras láser, el kit de curación o la grabación de sonidos y voces que le dan un toque maestro al final de la película cuando se autodestruye mientras reproduce la risa de Billy, el nativo americano del equipo.

Filmada en Puerto Vallarta, los actores vivieron un infierno de serpientes, sanguijuelas, alacranes, calor, humedad y diarrea por la vergonzosa cuestión de deficiente purificación del agua en el hotel. Entre los días de filmación, Arnold se casó con Maria Shriver en Massachusetts, y la recién casada fue víctima de las bromas que los actores se hacían en el hotel, como llenar su cuarto con ranas.
En los días finales, Schwarzenegger estuvo filmando en condiciones brutales de frío en la selva, además de cubrirse con barro lo cual le bajaba aún más la temperatura pero, como era de esperarse en un personaje “tan macho”, siguió grabando.

Por razones obvias este personaje alienígena se ha convertido en la mascota de la franquicia, y no los personajes humanos que la enfrentaron.
Las películas posteriores cambiaron la fórmula (Predator 2 de 1990) o se esforzaron por recuperar el original. Predators de 2010 es más o menos la película de 1987 reencarnada (con Adrien Brody, en un extraño intento de cambiar su carrera), y tiene éxito por sus propios méritos, mientras que Predator de 2018 fue un reboot que estaba destinado a fracasar desde su concepción.
Prey, que llegará el 5 de agosto a Hulu, promete ser otro giro al concepto básico de 1987, esta vez dejando caer un Predator en la América del siglo XVIII para enfrentarse a un “personaje fuerte femenino para estos tiempos”, en este caso una guerrera comanche, intensión que nos muestran desde el trailer. De Alien vs Predator no hay nada de qué hablar.

Pero todas las secuelas hasta ahora no lograron igualar un momento que Predator perfeccionó en sus primeros cinco minutos. Incluso si no sobreviven, es el vínculo de la amistad lo que puede superar a un enemigo mayor. El director John McTiernan dijo en una entrevista incluida en If It Bleeds We Can Kill It, un documental de 2004 incluido en el DVD Predator: “Quería hacer una película a la antigua, y eso es lo que es, Schwarzenegger también quería hacer algo en la misma línea de la vieja escuela, como The Wild Bunch o The Magnificent Seven“.

El austriaco era la estrella, pero no quería llevar toda la carga, necesitaba un amigo… o varios, un grupo de actores que se levantaban a las 4 am para entrenar sus músculos y salir lo más macho posible en las tomas, basta con verlos sin camiseta jalando una cuerda para torcer un árbol y hacer trampas para una amenaza, un monstruo, “el espíritu de la jungla”, un depredador que, aunque la película se llame así, aparece solamente 8 minutos en ella.
