Por Kevin Alcaraz
El pop sueco suele ser descaradamente alegre; prueba de ello fue la iconografía alcanzada por ABBA en los setenta y luego por Roxette en los ochenta. Consecuentemente, la última década del siglo preparó el más inverosímil de los cócteles musicales escandinavos donde se conjugaron el dance y un reggae caracterizado por la disonancia entre tonos mayores y menores. Por supuesto, esta fórmula probó ser una fábrica de hits tan efectiva que parecía maquinar sencillos con solo apretar un par de botones.
A finales de los ochentas, en Gotemburgo se hablaba poco de una banda con toques house e italodisco llamada Tech Noir; formada por tres hermanos y otro olvidable integrante. Sin embargo, los Berggren –Jonas en la guitarra, Jenny y Malin en las voces-, quienes tenían desde la niñez componiendo sus primeras piezas, no se achicaron cuando se les presentó la oportunidad de presentarse en el festival de Bältespännarparken de 1990, mismo que tendría como estelares a los Rolling Stones.
Aunque ¨Sus satánicas majestades¨ atrajeron al grueso del público durante su presentación, simultáneamente, Tech Noir debía actuar al otro extremo del parque frente a unas dos mil personas. El miembro no familiar del grupo cayó en pánico y decidió no salir al escenario; así, entró en escena y al quite un tal Ulf Ekberg en los teclados.

De aquel concierto no existe gran material; pero, sin duda, fue el nacimiento simbólico de Ace of Base. El nuevo núcleo se puso a trabajar en nuevas maquetas influidas por el reggae y cambiaron su nombre formalmente al año siguiente para diferenciarse de otra banda local que estaba cosechando malas críticas.
Irónicamente, la propuesta tecno pop con tintes afroantillanos no gustó del todo en Suecia -un mercado más orientado al heavy metal-, por lo que los Berggren y Ekberg probaron suerte en Dinamarca. Allí, firmaron con MegaRecords y conocieron al todopoderoso Denniz Pop, quien de inmediato metió mano en un tal tema llamado Mr. Ace. Y es que, la pista se atoró en el reproductor de su auto por días teniendo que escuchar la canción cientos de veces hasta encontrar su verdadero potencial. Esta, terminó por convertirse después en All that she wants.
Aún así, el primer sencillo que vio el mercado fue Wheel of fortune, el cual tuvo una difusión más que moderada. Preocupados por esta recepción, el grupo resolvió jugarse su carta segura: All that she wants. El sencillo supuso un rotundo éxito que allanó el camino para el avasallador LP Happy Nation, por lo que Ace of Base se pavoneó con singular alegría por todo Europa en 1992.

“I always found normal reggae too slow. To me, to dance like a normal person, it’s too slow for me. Our reggae’s a bit faster. It’s major and minor. It’s not so happy.”
Jonas.
Cuando Clive Davis -fundador de Arista Records– escuchó por casualidad a la banda en una radiodifusora del mediterráneo, de inmediato se dirigió a Dinamarca para preguntar por los derechos de distribución en América. Así, el LP se reeditó, remezcló -a cargo de Denniz Pop– y se lanzó como álbum de larga duración bajo el título de The Sign en 1993.
Además de los dos sencillos anteriores, el tema homónimo y Don´t turn around -original de Tina Turner– sumaron para que las expectativas fueran superadas, convirtiendo a Ace of Base en la banda insignia de Europa a mediados de la década; pues tenían en su haber cerca de 22 millones de copias demandadas. Incluso, The Sign fue nombrado por el libro de récord Guinness como ¨el álbum de debut de gran éxito con mayores ventas en el mundo¨.
Fue justo en lo más alto de su popularidad que la banda se vio envuelta en una serie de penosas situaciones. Primero, el 27 de abril de 1994 una pseudo fanática irrumpió en la residencia de los Berggren para agredir físicamente a Jenny. Luego, unos meses después, se ventilaron rumores alrededor de Ulf, quien luego confesó afligido haber formado parte de un movimiento neo-nazi llamado Commit Suiside –famosos por cortar cabeza de inmigrantes-.

Con todo aquello encima, la bandapreparó su siguiente trabajo titulado The Bridge (1995). Este, a pesar de incluir el clásico Beautiful life, no pudo superar las 6 millones de unidades vendidas; en parte debido a que los miembros querían tomarse con más calma las giras promocionales, así como que el sonido alcanzado se alejó del característico techno reggae de los anteriores años, para coquetear más con las baladas pop.
Vistos aún como emblemas escandinavo, Ace of Base por aquel entonces también perdía algo más que su reputación; pues, Linn poco a poco se dejaba ver menos hasta que en 1997 dejó de ser parte de la imagen del grupo y delegó toda responsabilidad vocal a su hermana de forma indefinida.
Flowers llegó en 1998, y sorpresivamente fue recibido con algo de entusiasmo con respecto a su predecesor. Life is a flower y Cruel summer –original de las Bananarama– dejaron ver la nueva orientación compositiva influida por el sonido de la Motown. Así, el remanente de la década trató a la banda con relativa cortesía, aunque las maratónicas giras y presentaciones exprimieron hasta la última gota de voluntad de cada integrante.

Con el fin de espabilar, Jonas volvió a casa con su esposa e hijos, Jenny trabajó haciendo música para su congregación, de Linn poco se sabe, y Ulf aprovechó el hiato para ensanchar su lista de contactos en el mundo del espectáculo.
No fue sino hasta 2002 en que Ace of Base rompió el silencio para grabar Da Capo, y de paso dar la última presentación como cuarteto en Alemania. El álbum significó la vuelta al ritmo dance-reggae, pero terminó por ser una decepción crítica y comercial; sin mencionar que sus sencillos fueron perfectamente olvidables.
Los siguientes años vieron como el nexo que les unía se oxidaba con una velocidad alarmante. El poco combustible que les quedaba alcanzó para una serie de conciertos en 2007 –los primeros en cerca de diez años- y grabar The Golden Ratio (2010) unos años después.

De hecho, este último ya no contaba siquiera con Jenny en las voces, y cosechó peores reseñas que Da Capo. Más aún, Jonas y Ulf se resistieron a dar por muerto el proyecto; tanto que, reclutaron una nueva pareja de cantantes femeninas, aunque, invariablemente, ya estaba todo perdido, aún con la publicación de Hidden Gems –una colección de caras B y pistas inéditas- en 2015.
Según fuentes, Jonas sigue componiendo una canción semanal con la esperanza de que algún día Linn preste su voz a alguna de ellas. Aparentemente, ya no tiene intención de comercializar sus nuevas composiciones, solo busca un grupo con quien colectar las viejas glorias.
Si bien, hoy por hoy se antoja más factible una reconciliación de los Gallagher a que los Ace of Base vuelva con su formación original –mucho menos que lo hagan con material aceptable-, no deja de ser una de las bandas definitorias del eurodance. Quizá, sus líricas no presuman ser las más sesudas en el mercado o sus canciones las más innovadoras, pero sí que fueron dignos representantes de la grandeza artística sueca. Es una pena que hayan muerto en el imaginario colectivo de tan cruel manera.
“We won’t re-form. We’re finished working together. We have a lot of fun plans in the future but no musical plans.”
Jenny.