Por Hendryshot
“Bat Out Of Hell” es uno de los álbumes mas vendidos de todos los tiempos. Quien no conoce su historia podría pensar que para llegar a ese estatus comenzó como un éxito instantáneo por parte de un artista codiciado por todos los sellos discográficos. La historia de esta épica obra es mucho más complicada que eso.
Las canciones fueron escritas por el controversial y extraño Jim Steinman, algunos miembros de la “E Street Band” participaron en las grabaciones y el álbum fue producido(y financiado) por el legendario Todd Rundgren. Después de ser terminado, fue rechazado por virtualmente todos los ejecutivos de disqueras a los cuales fue presentado durante dos años. Fué un material ofendido incluso por el icónico gigante del negocio, Clive Davis. Aunque Cleveland International Records le dio una oportunidad.
No fue sino hasta que el programa “The Old Grey Whistle Test” mostró un clip de “Bat out of hell” en vivo que el álbum cobró fuerza y comenzó su ascenso en Reino Unido, Australia, Canadá y EUA.

Discos como éste son testimonio de que a veces el arte puede trascender la fórmula carente de sustancia nacida con el solo propósito de vender. Las canciones de esta entrega varían entre los 4 y 9 minutos de duración, existen diálogos en medio de la música y su estructura contrasta mucho de la tan usada forma sonata. En medio de todas estás características está el personaje de Meat Loaf.
¿Que probabilidades tiene un obeso de larga cabellera de ser el centro de un hito como lo ha sido este álbum?

La ejecución potente y expresiva de Meat Loaf es el elemento que une todas las piezas de un trabajo que es épico, dramático y con un tono de humor ligero. Esa mezcla puede ser escuchada particularmente en “Two Out of Three Ain´t Bad”. La personalidad del teatral cantante es aquello que lleva cada melodía a otro nivel. Puede sentirse a través de las bocinas y la pantalla como Meat Loaf dejaba toda la energía que tenía en su performance.
Probablemente la gente conecta honestamente con “Bat out of Hell” por su energética narrativa de la angustia adolescente.

A los jóvenes les gusta por que se identifican con esa necesidad de reclamar su libertad, a los grandes les gusta por que recuerdan esa primera romántica noche en el auto. Que escriban en su epitafio:
“Me habré ido cuando llegué la mañana, como un murciélago salido del infierno”.
Michael Lee Aday