Baúl de Jack 1970: Jimi Hendrix.

Por Kevin Alcaraz

Al tiempo en que Sly Stone expandía el amplio universo de la música negra sesentera, su antítesis rockera acentuaba la influencia afroamericana en todos aquellos géneros dominados por blancos. En el camino, este último desarrolló los fundamentos del instrumento más popular del mundo, convirtiéndose así en un auténtico héroe cultural que, demasiado pronto en su vida, encontró cobijo en la sombra de la muerte.

Tras tres años exhaustivos para Jimi Hendrix y su Experience, por fin Estados Unidos reconoció en 1969 a su hijo pródigo como el máximo exponente del movimiento Flower Power. Esto sucedió mucho después de que el grupo avasallara, primero el mercado británico y después el resto de Europa, principalmente por cuestiones de segregación racial.

“Jimi Hendrix was arguably the greatest instrumentalist in the history of rock music”

Rock and Roll Hall of Fame.

El festival de Woodstock de 1969, le vio coronarse como el guitarrista más influyente de todos los tiempos, mientras practicaba un verdadero aquelarre en el escenario; enmarcando así, una de las actuaciones definitorias del rock y el zeitgeist de la música psicodélica.

Aunque The Experience ya se había disuelto, el futuro era más que prometedor para Hendrix una vez entrada la década de los setenta. Sin embargo, la mañana del 18 de septiembre de 1970, luego de pasar toda la noche tomando vino y charlando con su supuesta prometida Monika Dannemann, ambos durmieron en un apartamento del Samarkand Hotel situado en el sombrío distrito de Notting Hill, Londres.

Un par de horas después, Monika despertó para encontrar a su pareja inconsciente y bañado en vómito. Cuando la ambulancia le trasladó al hospital, poco se pudo hacer; pues, según los médicos recibieron un cuerpo que hacía unos cuarenta minutos ya no tenía signos vitales. Jimi fue declarado muerto a las 12:45 pm.

“We went to sleep at about 7am. When I woke up at eleven his face was covered in vomit, and he was breathing noisily. I sent for an ambulance, and he was taken to hospital. I also noticed that ten of my sleeping tablets were missing.”

Dannemann.

La causa oficial terminó siendo ¨asfixia e intoxicación de barbitúricos¨. Aunque tiempo después, el programa Autopsias de Hollywood determinó que el deceso se debió a un enfisema pulmonar; así, el contexto daba para que la prensa se pusiera conspiranoica. Y es que, si bien, se sabía que Hendrix tomó siete pastillas de Vesparax – cerca de veinte veces más de la dosis recomendada- y que tenía un largo historial de drogadicción, la ingente cantidad de vino tinto que supuestamente consumió la noche anterior no coincidía con lo encontrado en su sistema.

De inmediato, empezaron a circular teorías alrededor de su fallecimiento. Todo apuntaba a que su propio representante Michael Jeffery estaba tras el incidente. Se dice que, este ya era sabedor de que estaba a punto de ser reemplazado, por lo que decidió cobrar el seguro de vida de Jimi por un valor de dos millones de dólares, del cual él era el único beneficiario. Incluso, Eric Burdon -amigo cercano de The Experience y cliente de Michael– confesó haber recibido una nota suicida del músico en forma de un extenso poema.

Al final, el caso nunca ¨ameritó¨ abrir una investigación oficial. Jeffery murió menos de tres años después en una colisión aérea, mientras que Dannemann falleció hasta 1996 por intoxicación de monóxido de carbono.

Con la muerte de Hendrix se trazó el segundo punto -el que une la línea- en el periodo más infame del Club de los 27; ya que sucedió apenas un año después de Brian Jones, unas semanas antes que Janis Joplin, y cerca de un año antes que Jim Morrison. Y, aunque, por muy sonadas que hayan sido todas ellas, aquel 18 de septiembre se perdió al más valioso bastión de la contracultura hippie.

¨His lasting influence on modern guitar players is difficult to overstate.¨

Moskowitz.

Ni siquiera la inacabable y horripilante lista de producciones póstumas, han manchado en lo mínimo la figura del rey de las seis cuerdas. Pues, gracias a himnos como Purple haze, Foxey lady, All along the watchtower y Voodoo child (Slight return), sirvió como alternador para todo lo hecho por B.B. King, Muddy Waters y Chuck Berry para luego proyectar al rock psicodélico a alturas tan insospechadas que, eventualmente, su inmenso brazo de influencia impactó en el hard rock, heavy metal, funk y hip-hop.

De igual forma, amplió el alfabeto musical de la guitarra; pues, además de normalizar el uso del overdrive, el flanger y el pedal wah-wah, desarrolló un sistema de ejecución en el cual era capaz de emular un estilo de piano, al tocar simultáneamente una sección rítmica y líneas melódicas encima, haciendo creer a la audiencia que había más de un guitarrista en el escenario.

Irónica y plausiblemente, Jimi Hendrix no se reconocía a sí mismo como el prócer de su generación y prefería cerrar los ojos ante la evidente influencia de su persona. Pero, a estas alturas, es más que evidente que, aunque haya sido un cometa fugaz en la constelación, su estela ha iluminado a cientos de músicos importantes, y lo seguirá haciendo por muchísimas décadas más.

Hendrix pioneered the use of the instrument as an electronic sound source. Players before him had experimented with feedback and distortion, but Hendrix turned those effects and others into a controlled, fluid vocabulary every bit as personal as the blues with which he began.”

Rolling Stone

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