Por Kevin Alcaraz
Prince publicó Purple Rain el 25 de junio de 1984. Uno de esos álbumes que felizmente podría competir por el título al más innovador e importante de la historia, o al menos de aquella década.
Al margen de las más de 22 millones de copias vendidas, el premio Oscar a mejor canción original que ganó con la película homónima o del hecho de que Prince se unió a los Beatles y Elvis como los únicos artistas en tener simultáneamente el álbum, sencillo y película #1 en ventas.
El verdadero legado de Purple Rain radica en su perfecta síntesis de géneros musicales.
Además, retrata mejor que cualquier otro álbum el Planeta Prince, donde hay tregua entre elementos eléctricos e instrumentación orgánica; un mundo glamuroso dominado por sexo, religión, motocicletas y delineadores.
Tras haber conseguido un buen estatus como músico funk con sus álbumes Controversy (1981) y 1999 (1982), Prince ambicionaba para su siguiente trabajo poder explorar más profundamente el pop mientras coqueteaba con el rock.
Acto seguido, formó la banda The Revolution y se puso a componer con un hambre insaciable que lo elevó a la estratosfera y lo colocaría cómodamente como el mejor músico de su generación.
¨In 1984, there was only one man in America more popular than Ronald Reagan. His name was Prince¨
Billboard
Purple Rain abre con Let’s go crazy. En un principio parece ser un tema fúnebre para después girar con toda su ironía y celebrar, que más pronto que tarde, la muerte llegará a todos. Let’s go crazy invita precisamente a vivir algo más el hedonismo y darle la espalda a la teología moral. Una de las canciones insignia en la discografía de Prince, y que, además, se despide con un solo de guitarra de antología.
Pura energía rockera.
Take me with u propone la trama central del álbum y película, el amor idealizado, uno que parece acercarse de pista en pista, pero siempre termina en su punto original. Musicalmente, fue lo más cercano que estuvo Prince en su carrera del sonido de las Supremes o Marha Reeves & The Vandellas. Un gran tema.
The beautiful ones y Computer blue tienen un tono menos optimista frente al amor platónico. Comparten frustraciones, pero contrastan en emociones que van desde la confusión hasta la seducción. Uno de los puntos altos del álbum, especialmente Computer blue en su sección instrumental estilo funky.
Darling Nikki es, posiblemente, la canción más controvertida en la carrera de Prince. Tipper Gore y la Parents Music Resource Center no pasaron por alto la explícita mención de una chica ¨masturbándose con una revista¨, y así, Darling Nikki encabezó la lista de ¨canciones sucias¨ en 1985. Además, fue una de las grandes precursoras del sello de aviso parental en la música.
When doves cry es la canción responsable del categórico éxito de Purple Rain. No solo se convirtió en el sencillo más vendido del año, sino que, su videoclip (dirigido por Prince mismo) es de los más recordados y llamativos de la década.
Por otro lado, When doves cry delata las dificultades de congeniar cuando se trata de amar, reclama a la dependencia afectiva y a lo dañino que es cargar con viejos vicios. Sin duda, una de las canciones emblema de Prince.
I would die 4 u y Baby I’m a star son piezas complementarias.
En la primera se presenta un alter ego parecido a un mesías que moriría por su pueblo y el segundo a una superestrella cuya fama lo convierte en un megalómano. En el fondo, Prince utiliza este par de canciones para hablar de su proceso de aceptación como persona de género fluido. Trataba de decir que quizá ser diferente al canon no es malo y que él ¨no era una mujer, no era un hombre¨ sino alguien que establecía sus propias reglas ¨algo que nunca se entenderá¨.
La canción que le da título al álbum es unos de los hitos mayúsculos en la historia de la música.
Purple Rain, en palabras del propio Prince, simboliza estar con quien amas aún si es en el fin del mundo; algo poético, considerando que fue la última canción que interpretó en vida frente a una audiencia.
Envuelta en una power ballad, arreglos gospel, la mejor letra jamás escrita por Prince, el solo más épico de su carrera y con toda la sensibilidad de su voz, Purple Rain despide el deseo de tener un amor idealizado y abraza la posibilidad de practicar un amor pacifico, aunque eso signifique que sea distante.
De esta forma, para cuando suena la nota final de la canción no queda más que el deseo de escuchar el álbum entero de nuevo.
Con casi 40 años de vida, sigue sonando fresco e inspirador. Fundó una nueva era para el pop donde constantemente se busca combinar géneros e influencias. Con Purple Rain, Prince logró plasmar su escuela tan ecléctica que iba desde Jimi Hendrix hasta Chic, compartió lo más profundo de su ser, mostró al mundo que un príncipe puede gobernar el reino musical y probó ser la última definición de ser un artista.
¨Prince was better than everyone else at everything, next question. ¨
Dave Grohl