Baúl de Jack 1990: Home Alone

Por Kevin Alcaraz

La premisa vive en la memoria de todos: Kevin de ocho años de edad, tras tener una accidentada noche en vísperas de un viaje familiar a Francia, es olvidado en casa por sus padres al día siguiente, cumpliendo así su sueño de vivir solo. Los siguientes días será acosado por los Bandidos Mojados, la caldera del sótano, y el viejo de la pala, al tiempo que su mamá viaja desesperadamente de regreso a casa. El pequeño encara y vence a los intrusos con la ayuda del temible señor Marley, justo a tiempo para tener una blanca Navidad con todos los McCallister reunidos.

Creada por la leyenda del cine adolescente ochentero John Hughes, Home Alone fue concebida -con todo y sus paralelismos con la cinta francesa 3615 code Pére Noël– justamente en la vigilia de un viaje en el que bromeó sobre olvidar a alguno de sus hijos en casa. Como era de esperarse, aprovechó una de sus habituales y exhaustivas jornadas de fin de semana frente a la máquina de escribir para completar el primer borrador del guión. Sin embargo, y dado que creaba más historias de las que podía dirigir, pronto se vio en la necesidad de buscar quien pudiera encargarse de su obra.

Hughes dio con cierta rapidez con el jovencísimo Chris Columbus, un director todavía desconocido con grandes ideas pero que venía de un estrepitoso fracaso con Heartbreak Hotel en apenas su segunda cinta. Aún así, el entusiasmo estaba a tope gracias a la confianza que ganó este cuando hizo ajustes al guión dándole el hollywoodesco final que todos conocen.

Esta historia fue presentada por ambos a Warner Bros, quienes aprobaron un importante presupuesto de 10 millones de dólares para la realización del filme.

El mismo John sugirió a Macauley Culkin como protagonista, para luego ser acompañado de otras estrellas consolidadas como Catherine O’Hara (Beetlejuice) en el papel de Kate McCallister, y Joe Pesci (Goodfellas, Raging Bull, Once Upon a Time in America) interpretando al ladrón Harry; así como otras en ascenso como Daniel Stern -quien sería despedido y después recontratado a medio rodaje- como Marv, y John Heard dando vida a Peter McCallister.

En vista de que claramente superarían el presupuesto inicial y que otras grandes películas de la época fueron tasadas en cantidades muy superiores (Who Framed Roger Rabbit, $70 millones, Indiana Jones 3, $48 millones, Back to the Future 2, $40 millones, Batman, $35 millones), clandestinamente, el guión fue filtrado a manos de la 20th Century Fox, quienes de inmediato tomar posesión cuando Warner no dio con la cifra esperada por los desarrolladores.

Para el rodaje, es bien sabido que algunas escenas de interiores fueron filmadas donde otras icónicas cintas de Hughes tomaron lugar como Breakfast Club, Ferris Bueller’s Day Off y Sixteen Candles. Más célebre aún, fue el tremendo set que armaron en el gimnasio de una abandonada escuela suburbana de Chicago, en el que se grabó el grueso de esta sinfonía del dolor.

Lejos de los grandes estudios de Nueva York y Los Ángeles, con elenco completo y el presupuesto aprobado, las últimas preocupaciones del equipo eran el florido vocabulario de Joe Pesci y el hecho de que no caía ni un copo de nieve en la zona. Finalmente, el actor recurrió a onomatopeyas dignas de dibujos animados cincuenteros para reemplazar sus maldiciones. En cuanto a la nieve, unos días antes de terminar el rodaje inexplicablemente sucedió el milagro navideño.

Tras meses de arduo trabajo, faltaba la última pero indispensable pieza del rompecabezas: la banda sonora. Hughes y Columbus enviaron la cinta al mitológico y todopoderoso John Williams -compositor de obras como Star Wars, Jaws, Superman, Indiana Jones, E.T. the Extra-Terrestrial– con la vaga ilusión de que pudiera musicalizar la cinta; y así fue, entregó temas casi tan icónicos como la inexpugnable escena de Kevin contra la loción de afeitar.

Home Alone se proyectó por primera vez el 10 de noviembre de 1990, y pese a las pobres reseñas que le dieron los aclamados críticos Ebert y Siskel, durante su primer fin de semana recaudó $17 millones de dólares y continuó siendo la cinta más vista durante la asombrosa cantidad de 14 semanas seguidas, hasta convertirse en la tercera película más exitosa hasta ese momento.

Anecdóticamente, la industria de los dobles de riesgo tampoco sería la misma tras la película; pues, dentro del gremio cinematográfico, cada que algún actor realiza una larga caída y cae de espaldas se le conoce como hacer un Home Alone.

Por otro lado, la carrera de Macauley Culkin brilló con tal intensidad los siguientes años al punto en que felizmente se le puede considerar el niño más famoso en la historia del cine. Repitió su papel un par de años después en la secuela, la cual también de convirtió en un clásico absoluto de la época más feliz del año, y fue piedra angular para construir una franquicia que hoy vale cerca de un billón de dólares; que, además, popularizó las historias protagonizadas por infantes, algo tremendamente temerario en los noventas.

Tan moralina como la Navidad misma, no queda duda de que Home Alone dejó citas inmortales y escenas inolvidables; más aún, redefinió el género de forma irreversible al punto que revisitarla en Nochebuena al día de hoy se trata de una inquebrantable tradición para millones de familias, quienes comulgan cada año las enseñanzas gangster de Angels with Filthy Souls.

Navidad + cinéfilo = Home Alone.

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