Carole King: la estrella más brillante de una constelación olvidada.

Por Kevin Alcaraz

Se suele creer que el mundo de la música se caracteriza por el glamour y la excentricidad de sus creadores. Sin embargo, esta noción no podría estar más alejada de lo que practicó una tímida chica de Brooklyn; ama de casa con solo 18 años, y quien terminó convirtiéndose en la compositora más prolífica en la historia moderna sin que alguien lo anticipara.

Carole King parece haber sido destinada para la música.

Se dice que desde los cuatro años de edad ya maravillaba a sus profesores con su capacidad de aprendizaje gracias a su oído absoluto. Incluso durante su adolescencia se hizo amiga de Paul Simon y llegó a ser pareja de Neil Sedaka, quien le compondría Oh! Carol una vez terminado su amor de verano.

“My mother never forced me to practice. She didn’t have to. I wanted so much to master the popular songs that poured out of the radio.”

Carol King

Con apenas 17 años, Carole contrajo matrimonio con Gerry Goffin, su mejor amigo y con quien coescribía canciones después de clases. Una vez casados, abandonaron la escuela y cada uno buscó un empleo para solventar el compromiso. Afortunadamente, tanto Carole como Goffin seguían componiendo y enviando sus letras a La Meca musical de los cincuentas y sesentas: el Brill Building.

Cuando Will you love me tomorrow (1960) cayó en manos de las Shirelles, estas la lanzaron como sencillo y todo cambió para la joven pareja compositora.

La canción llegó a lo más alto en las listas de popularidad, por lo que Carole y Gerry decidieron dejar sus trabajos y dedicarse a la industria musical de lleno.

Take Good care of my baby de Bobby Vee (1962), Up on the roof de The Drifters (1962), The Loco-Motion de Little Eva (1962), One fine day de The Chiffons (1963), I’m into something good de Herman’s Hermits (1965), Pleasant valley Sunday de The Monkees (1967), (You make me feel like) A natural woman de Aretha Franklin (1968) y muchos más éxitos se apilaron sobre las espaldas de Carole y Gerry durante los ¨felices¨ sesentas.

Hacia finales de la década, por razones que solo King y Goffin conocen, su matrimonio se había deteriorado de forma irreversible, además, no ayudó el hecho de que el Brill Building, con todo y su fórmula Pop, tenía años en quiebra ya que la invasión británica había secuestrado a su público.

Tras el divorcio, Carole y sus dos hijos se mudaron a Los Ángeles buscando un giro para su carrera e intentar emprender como solista, algo que ya se le había negado en el pasado. En estas nuevas praderas, conoció a James Taylor y Joni Mitchell, quienes serían fundamentales para motivarla a componer. Así, sobre territorio fértil, Carole empezó a trabajar en el aclamado Tapestry (1971).

Rápidamente, el álbum escaló en las listas de ventas hasta alcanzar el puesto de honor. It’s too late, I feel the earth move, You’ve got a friend, y Where you lead son prueba del estupendo trabajo que hizo King al escribir de dentro hacia fuera.

Esta vez, no estaba interesada en expresar ideales románticos como en el pasado, sino en explorar deseos, frustraciones e inseguridades que la aquejaban en ese momento. 

Junto a Janis Joplin, Carole King montó un nuevo modelo de mujer célebre, una que no lució costosos vestidos, sino que miró a la audiencia de frente y les dijo ¨you’re beautiful as you feel¨.

¨ Her lyrics, her raw, heartfelt vocals, the harmonies, the authenticity of every emotion … and those timeless, soul-shifting melodies: I was forever altered. ¨

Rachael Sage

Después de Tapestry, siguieron una serie de producciones con éxito moderado. Some kind of wonderful (Music, 1971), Bitter with the sweet (Rhymes & Reasons, 1972), y Jazzman (Wrap Around Joy, 1974) son algunos de los temas más recordados de Carole antes de su estrepitosa caída con Simple Things en 1977.

La llegada de la Disco enterró la popularidad del resto de los géneros.

Sin embargo, no fue el único factor en el declive de King, quien poco a poco había estado incorporando temas más políticos y complejos a sus letras, al tiempo que se divorciaba de su tercer esposo, Rick Evers. No fue hasta 2012, en su autobiografía A Natural Woman, que Carole confesó haber sido víctima de maltratos físicos y psicológicos de parte de Rick.

El album Tapestry fue muestra de su interior hacia afuera.

El desdén del público y la falta de apoyo impulsó a Carole a empezar una nueva faceta en su vida. Se involucró en todo movimiento activista por el medio ambiente como le fue posible durante los siguientes años. 

Así, sin reflectores en lo absoluto, pasó desapercibida por cerca de dos décadas hasta que en 1995 Rod Stewart, Céline Dion, Aretha Franklin, Faith Hill, los Bee Gees, entre otros, grabaron Tapestry Revisited: A Tribute to Carole King. Esto reactivó tibiamente el interés por Carole, lo que la ha motivado a encabezar giras de forma esporádica desde entonces.

Finalmente, en 2012, Carole King anunció su retiro de los estudios, declarando que ya no compondría material nuevo, lo que despertó un sentimiento de remordimiento generalizado en el crítica, quienes, al parecer, no supieron valorar su figura mientras estaba en activo; tanto que en Broadway se estrenó el musical Beautiful: The Carole King Musical apenas un año después de su retiro.

Haciendo un recuento final de su trayectoria, se sabe que grabó cerca de 400 canciones, las cuales fueron interpretadas por más de 1,000 artistas diferentes y compuso 118 éxitos que han entrado en las listas de Billboard. Pero su legado es mucho más grande de lo que cualquier número pueda decir.

Carole King con su exmarido Gerry Goffin e hija.

La música de Carole King es innatamente honesta, tanto que casi se podría leer como prosa.

El amor, el placer, el dolor y la pérdida en sus canciones son temas que trascienden cualquier época o cultura. 

Carole es una artista con todas sus letras, y así como los vivos deben respirar, los artistas deben crear, por lo que, seguramente, no ha dejado de escribir. Solo el tiempo dirá si veremos un último acto en el hermoso musical de la más grande compositora de los últimos 60 años. 

¨Everything she sings is deeply felt.¨

Randy Newman

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