Cyndi Lauper: incansable agente del cambio.

Por Kevin Alcaraz

Cuando Thriller de Michael Jackson avasalló el mercado a finales de 1982, la fumata blanca se hizo presente: habuimus regem. Tras aquel fenómeno sin precedentes, la obviedad no tardó en preguntarse, ¿quién, entonces, es la reina del pop? Madonna se alzó con la distinción un par de años después por el hecho de quererlo más que cualquier otra cantante; sin embargo, la historia habría sido distinta si tan solo su más cercana contendiente al título hubiera hecho más mercadotecnia y menos música.

Nacida en Queens en el centro de una familia tan católica como conflictiva, Cyndi Lauper creció enamorada del jazz más clásico y la invasión británica liderada por los Beatles. Desde chica, y con el apoyo emocional y docente de su hermana, aprendió a tocar múltiples instrumentos y componer sus propias canciones; aliciente que la distrajo del constante acoso escolar que sufría debido a su personalidad aún más colorida que su teñido cabello.

También encontraba refugio en algunas improvisadas incursiones que emprendía en el bosque durante semanas junto a su perro Sparkle, en las que olvidaba el dolor de su hermana por aceptar su sexualidad, la abusiva relación que tenía con su padrastro y su reciente expulsión de la escuela de artes visuales.

Cyndi abandonó el hogar de sus padres a los diecisiete años de edad convencida de tener el ímpetu e ingenio necesario para convertirse en una gran cantante. Tras algo más de una década, tanto las bandas de versiones en las que participaba, como su trabajo en un IHOP -en el que además toleraba el acoso de sus jefes-, la sumieron en una profunda desesperanza. Finalmente, su talento innato trajo consigo la oportunidad de grabar su primer álbum en solitario en 1983.

“We are taught not to like ourselves as women, we are taught what we’ve supposed to look like, what our measurements are supposed to be.”

Lauper

Con el lanzamiento de She’s So Unusual, las radiodifusoras encontraron en él una propuesta perfecta para los jóvenes de la época, quienes de inmediato conectaron con la desaliñada imagen cuasipunk de la cantante.

Naturalmente, su figura fue portada en muchas de las revistas más importantes del mundo y perduró como un emblema de la época más nostálgica en tiempos recientes.

Los temas desprendidos del álbum también dieron de qué hablar. Girl just want to have fun -originalmente, una canción misógina- se convirtió en un verdadero himno de la liberación femenina, Time after time le dio la vuelta al mundo y alcanzó la cima de Billboard en tiempo récord, She bop alzó las cejas de todo conservador al mencionar la masturbación mujeril, y All through the night completó la hazaña: Lauper se convertía en la primera cantante en colocar sus primeros cuatro sencillos en el top 5.

Convertida en la mujer más famosa de América gracias a un debut más que exitoso con ventas de más de 16 millones de copias, y dejar unos videoclips para la posteridad, su siguiente trabajo cargó con las expectativas de los fanáticos. Así, True Colors (1986) dejó otra serie de hits como la canción homónima, Change of heart y What’s going on; aunque, quedaba claro que Cyndi buscaba desprenderse de aquella iconografía juvenil adherida a su persona.

“Lauper sets a scene, makes us care, gives us hope.”

People Magazine

Para finales de los ochenta, inauguraba una carrera actoral especializada en películas de bajo presupuesto con la comedia involuntaria Vibes (1988), junto a Jeff Goldblum. De igual forma, clausuraba su época mainstream con A Night to Remember (1989), el cual significó un claro giro en las composiciones; pues, de la mano de sus nuevos amigos Roger Waters y Yoko Ono, Lauper se mostraba cada vez más madura y comprometida con la sociedad.

Después de una espectacular boda con el actor David Thornton, el público pareció darle la espalda al nuevo material de Cyndi; cosa que a ella no podía importarle menos. Los temas se hacían cada vez más complejos y profundos: homofobia, violencia doméstica, aborto, drag queens y racismo eran los ejes centrales de su material durante los siguientes veinte años.

Hat Full of Stars (1993), Sisters of Avalon (1996), Shine (2004) y Bring Ya to the Brink (2008) fueron fracasos en el mercado norteamericano, pero lograron posicionarse en otras comunidades como las asiáticas, algunas escandinavas y, en especial, la LGBT. Otro común denominador de esta temporada titulada “Borrar el odio” fue el activismo, ya sea disfrazado de tours benéficos, discursos políticos o la creación de fundaciones.

“God loves all the flowers, even the wild ones that grow on the side of the highway.”

Lauper

En años recientes, su carrera parece haber encontrado algo de justicia gracias al tremendo renacer comercial y crítico que significó Memphis Blues, publicado en 2010. Por aquel entonces, Mattel promocionó una muñeca Barbie de la cantante como parte de su serie “Ladies of the 80s”. Poco después se volvió una estrella de la Internet cuando se viralizó su improvisada versión de la icónica Girl just want to have fun en el aeropuerto de Buenos Aires.

Sin embargo, las más gratas sorpresas han sido, sin duda, sus memorias publicadas en 2012, donde revela los múltiples episodios de abuso y depresión que sufrió, así como su último álbum Detour (2016), en el cual, con un más que aceptable country, confirma lo musicalmente nómada que ha sido Cyndi a través de los años; pues, ha explorado el pop, rock, folk, soul, R&B, reggae, celta, cajun, jazz, blues y dance, entre otros.

Esta incapacidad de anidar en alguna forma de arte -siendo además multilaureada por sus colaboraciones en el teatro, cine y televisión-, tiene a todo fanático suyo a la expectativa del documental titulado Let the Canary Sing, el cual girará en torno a la vida de la cantante y se espera sea estrenado durante el próximo par de años.

La cantidad de artistas que han versionado algún tema de Cyndi Lauper o que se han visto influidos ya sea por su imagen o música podrían atestar una clásica epopeya griega. Sin embargo, es lo hecho fuera del escenario lo que la convierte en una modelo contemporánea: una mujer cisgénero, heterosexual y, aparentemente, con todas sus necesidades cubiertas, que emplea el poco o mucho poder que posee para comprender su entorno y proponer soluciones; puesto que sabe bien que los problemas del vecino son también problemas de toda la sociedad.

“An iconoclastic vocalist who revolutionized the role of women in rock and roll”

AllMusic

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