“Eddie Vedder, el último hijo del Grunge”

Por Edgar Venegas

Cuando hablamos del “Grunge”, corriente musical surgida a finales de los 80’s pero que tuvo su mayor auge en la década de los 90’s, irremediablemente se nos viene a la mente la ciudad de Seattle y nombres de bandas legendarias como Nirvana, Soundgarden, Alice in Chains y Pearl Jam. Todas estas bandas, y muchas otras (cuyo legado musical no ha trascendido tanto pero pusieron su granito de arena para dar luz y voz propia a toda una generación ), fueron los pilares de un movimiento que hoy sostiene a su último hijo, quien representa esa voz y conciencia con la que crecimos los niños noventeros.

Ese último es el inigualable Eddie Vedder, quien recién el 23 de diciembre celebró su cumpleaños 57 y que a más de 30 años, sigue evolucionando y compartiendo una visión muy particular del mundo a través de su música, sus proyectos personales y filantrópicos, entre otras facetas artísticas.

Eslabón último de una gran camada de artistas que impulsaron un cambio generacional.

Kurt Cobain, vocalista de Nirvana, Chris Cornell, de Temple of the Dog, Soundgarden y Audioslave, Layne Staley de Alice in Chains o Scott Weiland de los Stone Temple Pilots, quienes, en diferentes circunstancias y de distintas maneras, fueron muriendo y dejando su legado.

Tal como sus contemporáneos, Eddie vivió envuelto en una fama asfixiante que de cual sólo buscaba escapar. Como todos tuvo sus encuentros con las drogas, pero decidió no hacerlas parte de su vida diaria. Tuvo el ejemplo temprano de las consecuencias que deja ese coqueteo; en sus años de surgimiento fue testigo muy cercano de la dolorosa muerte de Andrew Wood en 1990.

Andrew, vocalista de otra banda del naciente movimiento Grunge llamada Mother Love Bone, falleció a causa de una sobredosis de heroína, droga que tuvo un boom de popularidad entre los músicos, muy a la par con la popularidad del movimiento. A Vedder le aleccionó la muerte de Wood a quien conoció en las grabaciones del proyecto Temple of the Dog, a lo que siguió mantenerse sano y lejos de las drogas toda su vida.

4 años después de la muerte de Wood, con el Grunge en su máximo apogeo, se dio la muerte más representativa y mediática de este género, con el suicido de Kurt Cobain el 5 de abril en su casa de Seattle.

A pesar de que hay sospechas y teorías sobre la muerte, aduciendo que no fue suicidio y que la entonces esposa de Cobain, Courtney Love, pudo haber sido la causante: la realidad es que sufría una depresión severa y había escapado un par de semanas de una clínica de rehabilitación en la que solo duro un día, antes de saltar la barda para fugarse.

De nuevo, esta muerte lo sacudió de manera muy personal:

“Demonios, si no hubiéramos tenido tanto miedo el uno del otro… porque estábamos pasando casi por la misma mierda; si hubiéramos hablado, a lo mejor nos podríamos haber ayudado el uno al otro.”

Eddie Vedder, unos días luego de la muerte de Kurt Cobain.

En 2002 una nueva muerte se anunciaba y, nuevamente, eran las drogas las causantes de la partida de un icono del Grunge. El 5 de abril, curiosamente el mismo día que Cobain, Layne Staley fallecía por una sobredosis de drogas, al inyectarse una mezcla de cocaína y heroína conocida como speedball. Su cuerpo fue encontrado 14 días después en un sofá de su departamento. Al momento de su muerte, Staley pesaba solo 44 kilos. Eddie Vedder, más tarde, compondría la canción “20/04/02” haciendo alusión al día en que escucho la noticia y la profunda tristeza que esta le causo.

La muerte de Scott Weiland, vocalista de la banda californiana Stone Temple Pilots, se sumó a la tragedia en los iconos del movimiento Grunge.

Scott murió la tarde del 3 de diciembre de 2015 por una sobredosis accidental, causada por mezclar cocaína y MDA con alcohol. Con su potente voz les dio vida a las canciones de la banda mas outsider del Grunge, esto por que la banda era de California. Sucedió durante una gira con su banda The Wildabouts: su cuerpo fue encontrado en el autobús de la banda después de sufrir un paro cardíaco. Una insignia mas del movimiento se había ido, otra luz se había apagado.

Dos años después, en mayo de 2017, llegaría la muerte más significativa y cercana, ya que el 18 de ese mes se anunciaba la muerte de Chris Cornell, con quien Vedder compartió créditos vocales en Temple of the Dog. Fallecía también una voz icónica y legendaria del movimiento, la causa: un aparente suicidio por estrangulamiento; Cornell terminó colgándose en la habitación de su hotel momentos después de un concierto en Detroit, a los 52 años.

Vedder no hablaría de su muerte hasta mucho tiempo después, en una entrevista con Howard Stern:

“Tuve que estar en un estado de negación, me aterrorizaba saber a dónde iría si me permitía sentir lo que necesitaba en ese momento.

Eddie Vedder, al enterarse del fallecimiento de Chris Cornell.

Después de las trágicas muertes de quienes lo acompañaron en el surgimiento del Grunge a principios de los 90’s, Vedder continua con su carrera, criando a sus hijas Olivia y Harper en compañía de su esposa Jill, con quien esta desde 2010.

Participa en proyectos de concientización para el cuidado del planeta, sigue componiendo su música para Pearl Jam y sus proyectos de solista, y surfea cada vez que puede.

El Grunge surgió como un estilo que se rebelaba ante lo establecido, que despreciaba el rock “glamoroso” de lip stick y spray para el cabello, manifestando en sus letras el hartazgo de una nueva generación de jóvenes que no sentían su lugar en este mundo y lo buscaban en drogas, conciertos de alto volumen con mucha destrucción.

Fue ese mismo sentido de destrucción y experimentación de las drogas lo que llevó a los grandes iconos del movimiento a su muerte. Pero Eddie se ha mantenido aquí, dando voz a la causa, que ya no es no rebeldía baladí, pues esa causa es ahora el mundo, su familia y sus fans.

Actualmente se encuentra aún promocionando “Gigaton”, el último álbum de Pearl Jam que salió en 2020 y está trabajando en nuevo material para el 2022 junto con la banda. También acaba de anunciar que estará de gira en 2022 para promocionar su tercer álbum de solista “Earthling”, el cual saldrá a la luz en febrero del próximo año.

Sea que lo veamos de solista, con Pearl Jam, surfeando las olas de California o apoyando algún movimiento en pro del medio ambiente: sólo podemos pedir que la vida nos conceda muchos años mas de Eddie Vedder y todas sus facetas artísticas, yo aquí tengo mi veladora prendida.

¡Saludos, y nos leemos en la próxima!

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