House of Gucci

Por Sergio Muñoz

Interpretada por Lady Gaga, Adam Driver, Jared Leto, Al Pacino, Jeremy Irons y Salma Hayek (sí, muchas estrellas), House of Gucci sigue al matrimonio de Patrizia Reggiani y sus humildes inicios al casarse con un miembro de la familia Gucci (sí, los que venden ropa). A partir de ahí, la ambición de Patrizia la llevará a tomar fuertes decisiones para poder apoderarse del legado Gucci.

En menos de dos meses el legendario director Ridley Scott nos regala dos estrenos, The Last Duel y House of Gucci. Una de estas películas entra a la lista de lo mejor del año, mientras que la otra entra a la de lo peor. Adivinen cuál entra a cuál. 

Desde antes de pisar un pie en el cine iba a mentalizado a ver una película camp, es decir, cursi y exagerada en cada aspecto. Una película que bien podría ser mala pero entretenida. Y al parecer solamente fue mala. Desde el inicio el filme no sabe lo que es.

En términos de estilo narrativo, a veces quiere ser camp, a veces quiere ser melodramática y a veces.

En términos de guión, el filme dura una hora y media introduciéndonos en la relación de Patrizia y Maurizio y mostrándonos cómo avanza su matrimonio. Sin embargo, durante todo ese tiempo jamás se nos plantea qué es lo que quieren los personajes y qué harán para obtenerlo. Durante toda la mitad de la película no vemos más que un solo conflicto: ver al personaje de Irons mostrarse en contra del matrimonio de su hijo, y resolverse de una escena para otra. De ahí en fuera es solo ver al matrimonio conocerse entre ellos. Esto hace que la película se vuelva muy tediosa e incluso aburrida. No hay nada que nos mantenga dentro de ella. 

A la mitad del filme se nos introduce el conflicto entre el matrimonio y Paolo Gucci (primo de Maurizio), quien quiere tener mayor influencia en la compañía de su padre Aldo y quien impedirá que Patrizia tome poder en la misma.

Es aquí donde ahora sí inicia la película.

Luego se nos introduce una subtrama sobre los problemas financieros de Aldo. Luego otra subtrama sobre los problemas entre Patrizia y Maurizio. Y así como va.

Al final nunca se sabe cuáles son subtramas y cuál la trama principal. Contrario a la primera mitad, la cual no aporta nada importante a la historia, la segunda mitad decide contarnos muchísimas tramas que al final ninguna llega a tener un desarrollo decente. 

Los actores nos dan lo que pueden con lo poco que tienen:

  • Gaga, con un acento que nunca termina de afinar, logra mostrando un personaje con el que jamás llegamos a empatizar porque es una terrible y molesta persona.
  • Driver y Irons hacen lo que pueden con el poco tiempo y desarrollo que el guión les da.
  • Leto nos da una interpretación terriblemente caricaturizada que se siente fuera del mundo de la película.
La fotografía es otro aspecto terrible en el filme.

Presenta una saturación muy baja que incluso cuando la imagen cambia a blanco y negro, no llegamos a notar la diferencia. Incluso muchas de las escenas muestran una iluminación muy pobre que hace que el elemento visual, el cual a este punto podría ser la única fuente de interés, resulte horrible. 

House of Gucci son casi tres horas de ver personajes vivir una telenovela con cero desarrollo y ni una pizca de gracia, mientras que sus personajes sin carisma hablan con un acento italiano hasta al punto de ser ofensivo. Y en caso de que no haya quedado claro lo del inicio:

House of Gucci es la que entra a la lista de lo peor del año.

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