Por Adolfo Aguirre
Durante estas fechas se habla de videojuegos, de aquello más destacado durante este año y que se acerca a su fin. Diciembre es temporada de premios. Los grandes sitios y asociaciones de la industria se sumergen al debate pasional de cuáles obras merecen el reconocimiento en distintas categorías y cuáles son aquellos que deben ser volteados a ver por más personas. Debates que muchas veces son ganados por quienes gritan más alto, cabe agregar.
Pero aquí te quiero contar con mucha calma de un juego que para mi destacó sobre todo lo que vi este año.
Debo admitir que no pude jugar tantos títulos que hayan salido al mercado durante el año, en parte por todo el tiempo que invertí en Call of Duty (en mi nota más reciente te cuento un poco más de ello), como porque la he pasado con la nada divertida tarea de una mudanza estos últimos meses. En fin, lo importante es que nada de esto le quita mérito a la fantástica obra que es It Takes Two.
Si no conoces It Takes Two, te cuento rápido de qué va:
Es un juego cooperativo donde tú y otra persona tomarán control de Cody y May, un matrimonio que pasa por un periodo difícil de su relación, y son inadvertidamente convertidos en muñecas por su pequeña hija. Ahora, ambos deberán enfrentarse a una aventura para volver a la normalidad, y en el proceso, intentar salvar lo que tienen juntos.

A ratos es un juego de plataformas, a ratos un juego de disparos, luego un juego de peleas, pero también por un momento es un dungeon crawler…
Nunca había jugado algo tan creativo, con tantas ideas, y que todas funcionen. Cada desafió que estos personajes enfrentan no solamente está diferenciado del resto de la aventura por el lugar, sino también por la manera en que esa sección se juega. It Takes Two no tiene miedo de llevarte completamente a un estilo y género de juego distinto cada tantos minutos, nunca dejando de sorprender. Jamás había pasado un juego en su totalidad donde nunca dejé de sonreír (salvo las partes tristes, claro, no estoy tan mal).
Mencioné que It Takes Two es un juego cooperativo, pero con esto no me refiero a que lo puedes jugar de dos personas. Solamente lo puedes jugar de dos personas.
Sí, necesitas a alguien más, ya sea de forma local o en línea, para vivir esta aventura.
¿Limitante? Lo puedes ver así, yo prefiero verlo como una experiencia más concisa y aterrizada. It Takes Two funciona de manera maravillosa precisamente porque logra crear una aventura para compartir sin igual. Si lo juegas con tu pareja, creo incluso que aquí hay un viaje y momentos que disfrutarán especialmente por la relación que tienen.
Yo aprecio mucho cuando una obra tiene una visión clara de lo que quiere ser y se apega a ello. Por eso disfrute tanto de The Last of Us Part II y su narrativa que fue tan controversial, jamás se separó de la incómoda dicotomía que el juego quiso contarnos. It Takes Two, a pesar de presentar ideas y mecánicas nuevas cada quince minutos, al punto en que no te culparía si sintieras en ocasiones que es una colección de minijuegos (una excelente, sin duda), el título jamás pierde visión de la sensación que busca crear en quienes lo juegan, y sobre todo en su meta de conectar a las dos personas que toman control de Cody y May. Aquí hay buen diseño a donde voltees y constantemente nos recuerda lo que constituye un buen videojuego.
It Takes Two no solamente es mi juego favorito de este 2021, es también mi juego cooperativo favorito de todos los tiempos. Juégalo con alguien especial para ti, es lo mejor que hay.