Por Adrián García
Heredera de Bowie, un vendaval nórdico que compone canciones, su nombre es Karen Marie Aagaard Ørsted, posiblemente ustedes la conozcan simplemente como MØ.
No Mythologies to Follow es el cuarto disco de la cantante de origen danés, y mi favorito en su discografía, inclusive está en mi top 10 de mejores discos del género, ya que desde las primeras notas en Fire Rides me voló la cabeza como hacía mucho nadie podía lograrlo, a lo largo de sus doce tracks nos va llevando por un mundo sensorial que aunque suena a algo fresco también me recuerda a la generación de canta autoras como Fever Ray, Wolf Alice y hasta Angel Olsen.

Con el sencillo súper exitoso de Lean On donde comparte creditos con nombres como Major Lazer y DJ Snake la vida de MØ es catapultada al estrallato mundial, y con esto probablemente sus trabajos anteriores quedaron un tanto relegados, de todas formas la calidad de sonido y visual en cada uno de sus trabajos siempre es impecable, de hecho MØ también protagoniza Kamikaze, videoclip hermoso por su estética y originalidad, pensandolo bien merece su propia reseña en un futuro.
¿Qué es ser una estrella global en los tiempos del streaming y los conciertos masivos?

Con más de seis millones de oyentes mensuales en Spotify y una base de fieles fanáticos en todo el mundo MØ es un claro ejemplo de que los conceptos originales también pueden ser altamente lucrativos, teniendo en cuenta que vivimos en una época donde todos los artistas se parecen entre si, como una especie de clonación artística que no creo que nos lleve a buen puerto.
Les doy mi palabra que No Mythologies to Follow es un disco que merece ser escuchado de principio a fin, como los cánones melomanos dictan, pero si no tienen tanta paciencia entonces les recomiendo Slow Love, Glass y XXX 88. Donde podemos encontrar a una MØ más madura en sus composiciones pero siempre dejando un aroma del sonido escandinavo que le caracteriza además de ritmos house generando una mezcla casi perfecta.