MUERTE, MUERTE Y MUERTE es el deseo que te produce verla.

Por Erica Zur

Esta película original de A24, fue estrenada hace unos días en HBOMAX. Asesinato, amigos y mansión, todo lo que no hay que hacer y se hizo. La fórmula falló.

Aparentemente la idea del momento es encerrar a un grupo de personas en una casa, si es mansión mejor, condimentar la historia con un “misterioso” asesino y listo, tenemos una película.

Al menos es lo que quisieron hacer con “Muerte, muerte, muerte”, la nueva película de HBOMAX y A24.

Nos encontramos con siete personajes que van a pasar el fin de semana en la mansión de uno de ellos mientras que, además, esperan la llegada de un huracán.

Ideal para un asesino suelto.

Como primera escena, tenemos a Sophie y Bee, quienes son pareja y se encuentran de camino a la reunión de los amigos de Sophie, los cuales son todos millonarios… como si esa información fuera relevante, pero ahí nos la dan.

Típico drama adolescente y de diferencia social, Bee se siente insegura, no sabe cómo la van a recibir. Entonces, al llegar, utiliza una de las frases más conocidas de todas las películas “olvide algo en el auto” y se queda unos minutos mirándose al espejo y tratando de practicar su cara de simpática.

Lo que da pie obviamente, a una conveniencia de guion muy utilizada en las películas de terror, deja la luz del espejo prendida, ocasionando que cuando quieran utilizar el auto para escapar, este no tenga batería. Lo que se nos muestra, por supuesto, con plano detalle.

Una vez todos reunidos, presentaciones y risas falsas de por medio, comienzan las rispideces y las caras de desconcierto por la llegada de Sophie, ya que nadie la esperaba. Dejan el dato también de que ella estuvo en rehabilitación y no respondía los mensajes. Siguiendo con los datos sin importancia.

Se supone que son amigos de toda la vida, pero claramente no lo parecen.

Básicamente todo lo que va sucediendo desde aquí en adelante, son comentarios que tratan de ser misteriosos, intentando así, plantarnos la semillita de la duda, de que hay historias privadas y escondidas, grandes secretos del pasado, etc.

Spoiler… nada de eso termina importando.

Luego de unos tragos y muchas sustancias prohibidas, Sophie decide jugar a “Bodies, Bodies, Bodies”, un juego de rol donde una de las personas del grupo, interpreta a un asesino y deben descubrir quién es, así como vimos en “Glass Onion” o “You”, solo por nombrar algunas. Y también como en estas dos, termina habiendo un muerto real, pasando a ser sospechosos todos los sobrevivientes.

Acá comienza lo peor de la película, que no tiene nada de intriga, nada de misterio, solo escena tras escena cliché y obvios desenlaces.

Las pequeñas y supuestas dudas que nos fueron intentando dejar en el camino, no sirven ni para que dudemos de alguno de los personajes.

Los diálogos son tan malos, que pasa a ser más importante entre ellos la crítica hacia un podcast que el amigo muerto que tienen en la otra habitación.

Y para que hablar de las actuaciones, todas son desastrosas, aunque para ser justos, no tenían mucho material para interpretar.

Es un gran griterío en donde todos tienen algo que reprocharse del pasado, todos se acusan de malos amigos, como si eso solo fuera excusa suficiente para querer matarlos.

Bee casi no habla y cuando lo hace, lo hace con cierto acento, dándonos a entender que es de algún otro país, porque claro, si es extranjera es más sospechosa.

Por supuesto ya se quedaron sin señal, el huracán les impide escapar corriendo y el único auto no tiene batería. Todos los motivos históricos de incapacidad de escape en una sola película. Luego de varias muertes esperables y de formas muy obvias y repetitivas, todo llega a su fin, sin pena ni gloria.

Podría darle un punto porque el final es mejor de lo esperable, pero la vara tampoco estaba muy alta.

Una película no recomendable que se basa en malos diálogos, malas actuaciones y puros clichés de los slashers de los años ´90.

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