Por Kevin Alcaraz
Hablar de los precursores del hard rock a menudo resulta engañoso. La respuesta sencilla suele ser pensar en AC/DC, Kiss, Aerosmith o la British Unholy Trinity (Led Zeppelin, Black Sabbath, Deep Purple); sin embargo, y aunque estos últimos en definitiva son piedras angulares, para dar con los verdaderos responsables de cimentar el clásico sonido del género, habría que dirigirse, por increíble que parezca, hacia un pequeño poblado católico en Escocia de nombre impronunciable.
A finales de los sesentas, un grupo de jóvenes sobrevivientes de una cuasibanda local de Dunfermline, se resistía a ceder ante la engorrosa y conservadora vida social de su país. Estos fueron: Dan McCafferty (voz), Manny Charlton (guitarra), Pete Agnew (bajo) y Darrell Sweet (batería); todos fanáticos de los Beatles y los Rolling Stones, pero con la sensación de que ellos mismos podían ser aún más ruidosos, sucios y salvajes.
Si bien es cierto que tenían un par de años tocando bajo esta nueva filosofía, la agrupación no se formalizó hasta 1970, año en que se mudaron al fértil suelo londinense y decidieron adoptar el nombre de Nazareth tras escuchar en la radio The weight de The Band, en el que hacen mención a una localidad de Pennsylvania de mismo nombre; lo que descarta que este haya sido tomado en referencia a la sacra ciudad bíblica.
Hacia finales del siguiente año, por fin vería la luz el álbum debut homónimo, en el que eran más que evidentes las raíces folclóricas escocesas de los integrantes. Estas primeras canciones dejaban ver el tremendo potencial rockero del grupo, tal y como otros cientos en la zona; en cambio, lograron captar la atención de Roger Glover (famoso bajista de Deep Purple), quien se ofrecería a producir los siguientes trabajos de la banda.
El salto definitivo lo dieron con Razamanaz (1973) gracias el tema de mismo nombre, Bad bad boy y Broken down angel, los cuales terminaron por diferenciar a Nazareth como verdaderos agentes disruptivos. Luego, la consolidación llegó unos meses después con Loud ‘n’ Proud, en especial por la superlativa versión que hicieron de This flight tonight de Joni Mitchell, la cual ella misma llenó de elogios.
Esta etapa con Glover, por más dulce que haya resultado, había llegado a su fin. Charlton, siempre a la sombra de Roger en los controles, vivía un momento de gran inspiración creativa a inicios de 1975; por lo que se decidió que era tiempo de que él asumiría el control de la producción durante el siguiente álbum: Hair of the Dog.
Con este, Nazareth alcanzó la inmortalidad. El sencillo homónimo se alzó como un himno generacional inmediato, y Love hurts (originalmente de los Everly Brothers, aunque inspirada en la versión de Gram Parsons) se convirtió en un éxito internacional. Ya sea al ritmo de su inconfundible cencerro “son of a bitch” o de la angustiosa balada, la banda sonaba en cada rincón de Reino Unido, Europa continental y Estados Unidos.
Lo que deparó el resto de la década fue verdaderamente una serie de eventos desafortunados.
En algo similar a lo que había pasado diez años antes con los Beatles, la agrupación se encontraba huérfana justo en el zénit de su carrera por la muerte de su representante. Además, en vista de su inminente bancarrota, la disquera insistía en redireccionar el sonido de sus artistas hacia el emergente AOR (Adult Oriented Rock), dado el terreno perdido frente al punk en Inglaterra, y la disco en América.
Así, la banda siguió cosechando éxitos como I don’t want to go without you, Place in your heart, Holiday, Little part of you; aunque, claramente cada vez tenían un peor desempeño en las listas de popularidad. Solo a inicios de los ochenta parecía que la suerte le sonreía de nuevo al grupo con la inesperada aclamación que recibieron por los temas Dream on y Where are you now, desprendidos de 2XS (1982) y Sound Elixir (1983), respectivamente.
A partir de este punto, Nazareth se debatía entre el anonimato y la inestabilidad interna. Intentaron, brevemente y en dos etapas distintas, incorporar teclados a su música; causando cualquier cantidad de polémica entre los pocos fanáticos que les quedaban. Luego, experimentaron sin éxito el uso de guitarras gemelas, Manny salió de la banda por diferencias creativas, y, por si fuera poco, en 1999, falleció por complicaciones cardiacas Darrell en plena gira promocional del álbum Boogaloo.
Tras meses de indecisiones, el grupo decidió continuar, ahora con Pete Agnew (hijo de Lee) como baterista, en una clara muestra de que el nepotismo sigue vigente. Así, junto a Jimmy Morrison en la guitarra, quien había reemplazado a Charlton, la banda gozó durante los dosmiles de un reconciliamiento crítico y de certidumbre entre los miembros. The Newz (2008) y Big Dogz (2011), si bien no fueron éxitos comerciales, sí fueron aclamados por su más que numerosa fanaticada europea, en especial en Alemania.
El destino acertó otra desgracia en 2015, cuando el legendario Dan se vio forzado a abandonar a sus compañeros por problemas médicos.
Luego de un breve paso de Linton Osbourne en la voz principal, por fin cayó del cielo Carl Sentance, con quien publicaron Tattooed on My Brain en 2018, y apenas el mes pasado Surviving the Law; probando que, aunque solo quede Lee de la alineación original, la banda conserva intacto su entusiasmo por hacer estremecer sus cuerdas, tambores y platos, como en aquel lejano 1975.
Nazareth, en algo más de 50 años de carrera, no han parado pese a su accidentada trayectoria; más aún, los últimos quince años pueden presumir de tener la actividad creativa de unos jóvenes.
Con respecto a su legado, es difícil dimensionar lo heroicos que fueron para la oleada glamera de los años ochenta con ese hard rock emanado directamente de ellos. Aunque, es posible que ningún género le deba tanto a la banda como la NWOBHM (New Wave of British Heavy Metal); en especial sus fundadores: Diamond Head, Angel Witch, Girlschool, Iron Maiden, entre muchos otros. Así que, siendo que prácticamente todo el árbol genealógico del heavy metal se desprenda de este movimiento, no hay forma de equivocarse al decir que Nazareth y su influencia estará siempre presente cada que una cuerda se afine, aunque sea, medio tono abajo.
“Nazareth ha tenido tanta influencia en el desarrollo de la música heavy metal como para ser una fuerza definitoria del género. Mientras que sus predecesores claramente provenían de una tradición de blues eléctrico, Nazareth encaminó esa tradición en una nueva dirección, y al hacerlo ayudaba a dar a luz a un estilo musical que continuó atrayendo a millones de seguidores en las décadas siguientes.”
Maynard James Keenan