Niños rotos: La fama en la niñez.

Por Erica Zurr Werra

Muchos quieren ser famosos desde chicos, otros casi que no recuerdan si realmente lo querían o lo se lo impusieron, pero lo que si sabemos es que la fama es peligrosa y peor cuando son menor de edad y tus padres solo te ven como una caja registradora.

En estos 3 casos veremos el ascenso y caída de tres niños celebres: Drew Barrymore, Macauley Culkin y Shirley Temple.

Drew Barrymore.

Ahijada de Steven Spielberg y Sofia Loren, a los 5 años ya tenía su primera película en “Alteres States” y en 1982 nos conquistó con ET.

A los 11 meses ya había hecho un comercial, luego vinieron las famosas películas, pero manejar la fama y el dinero a los 7 años no es fácil y menos con una familia como la suya.

Su padre John Barrymore, era un alcohólico violento, que abandonó a su madre cuando quedó embarazada. Aunque esta última no se queda atrás para ganar el premio a la madre del año y toma el rol de manager, actriz frustrada empecinada en convertir a su hija en una estrella.

Y así con esa corta edad empezó a conocer los excesos, ya que primero su madre la llevaba a las fiestas nocturnas que hacía son sus amigos y luego del divorcio, su padre con 12 años la llevaba al famoso Studio 54.

Rodeada de adultos y de todo tipo de sustancias alrededor.

A esa edad, ya había empezado a fumar marihuana, luego siguió con la cocaína, haciendo que su madre la internara en una institución mental durante 18 meses por ser diagnosticada como adicta.

Para sumar más caos, en una salida transitoria de esa institución, intentó suicidarse.

A los 14 años, ya con el alta y por consejo médico, se emancipa de sus padres.

“Tener una carrera tan joven y luego nada durante años, con gente diciéndote ‘eres un desastre´, es un viaje difícil de hacer cuando tienes 14 años”  .

Dijo en una entrevista.

Así que se puso a trabajar de mesera.

Pero Drew sabía que eso no es lo que quería, y Hollywood, viendo alguna ventaja en la vuelta de la actriz rebelde, ex niña estrella ahora de 17 años, le abrió otra vez las puertas y le ofrecieron el papel protagónico en Hiedra Venenosa (1992).

Después de esta película y de su tapa en playboy, empezaron a llegar ofertas, no las que ella hubiera preferido, pero necesitaba el dinero.

Hasta que a los 20 años, cansada de esos papeles de chica mala, fundo su propia productora Flower Films. Produciendo películas como Los Ángeles de Charlie (2000) o Donnie Darko (2001), que si bien no fue un éxito en taquilla, es una gran película.

Habiendo cumplido 47 años, Drew ya no se quiere dedicar tanto a la actuación y solo hace papeles que no le demanden tanto tiempo para poder dedicarse a sus hijas.

A pesar de todo, logro salir adelante y dejar los excesos, fue embajadora de la ONU y creo su propia línea de cosméticos y ahora tiene su propio programa de entrevistas.

Macauley Culkin.

Nunca mejor dicho: pobre angelito.

Macauley comenzó su carrera actoral a los 4 años, impulsado u obligado por su padre, Kit Culkin, quien fue un actor frustrado y estaba obsesionado con salir del pequeño departamento en el que vivía con sus 7 hijos y su esposa.

Kit ya había probado suerte con 2 de sus hijos, llevándolos a cuanto casting podía, pero no lograron ser contratados.

Hasta que en 1980, Macauley consigue su primer papel a los 4 años en una obra de teatro. Luego en 1990 se viene lo grande y con 9 años protagoniza “Mi pobre Angelito”, al mismo tiempo su padre se pone el título de manager.

Por esa película Macualey cobró unos 240 mil dólares. Aunque decir  que el los cobró es mucho, ya que al ser menor, su padre manejaba los números.

A pesar de ser millonario y tener una mansión, su padre lo hacía dormir en el sofá.

No solo maltrataba psicológicamente a su hijo y lo explotaba, sino que manipulaba y extorsionaba a los productores de Hollywood para que le dieran los papeles que quería.

Uno de los ejemplos fue con la película “El Angel malvado”, la cual ya tenía un actor protagónico, pero Kit amenazo a los productores diciendo que si no le daban el papel a Macauley, no iba a grabar “Mi pobre Angelito 2”.

Fue en 1994, cuando llegó el final de su carrera. Macauley ya no tenía éxito y sobretodo, se lo notaba agotado y desmotivado.
Sumado a esto había una batalla legal entre sus padres por su custodia y la de sus hermanos, 2 de los cuales también eran actores.
Pero esos “padres” les interesaban más el dinero que producían, ya que vivían de eso.
Para ese año la fortuna de Macauley se estimaba en 45 millones de dólares, pero durante el juicio se develó que solo quedaban 15 millones.

Es el momento en que decide emanciparse. Consiguió que sus padres no pudieran acceder a su fortuna y comunicó que no volvería a trabajar en una película. Desde aquel momento no volvió a hablar con su padre.



(…) Yo le pedía un descanso, quería irme de vacaciones por primera vez en mi vida, y él no dejaba de firmar contratos para más películas. Nadie me escuchaba. Me retire para desaparecer de la faz de la tierra”.

Macauley ha declarado a Times.


Al igual que Drew Barrymore, tuvo problemas con el uso de sustancias, pero logro superarlas.
Hoy lo podemos ver de vuelta en la temporada 10 de American Horror Story.

Shirley Temple.

Y para que no piensen que solo para son las generaciones más actuales, nos toca hablar de “La Señorita milagro” como la llamaron en aquel momento. Shirley Temple nació el 13 de abril de 1928 en California, una de las primeras niñas actrices.

Tenía talento e interés por el canto y el baile, por lo cual su madre la inscribió en clases de danza en una escuela de Los Ángeles.

Allí fue vista por un cazador de talentos quien le dio un papel en una serie de cortos, titulados “Baby Burlesques”.

Temple recordaría eso años después diciendo “Era una cínica explotación de nuestra inocencia infantil, que rayaba lo racista y/o sexista”.

Piensen que en todos niños de entre 5 y 6 años que recreaban a famosos iconos del cine.

Su primer largometraje fue en 1934 en  “Stand up and Cheer!”. Su dinero incrementaba, no solo por sus películas, sino también por la venta de productos como muñecas, ropa para niñas y hasta productos de limpieza.

En 1935 ganó un Oscar, siendo hasta el día de hoy la actriz más joven en recibirlo.

Llego a filmar hasta 5 películas por año, realizo un total de 43 en toda su carrera, la cual, al acercarse a la adolescencia y verse los cambios físicos, dejo de tener éxito.

A los 12 años se terminó la fama, se había convertido en el estereotipo de la dulce niña de 6 años.

Su niñez también había terminado, pero mucho antes de los 12 años, desde el momento en que el estudio para el que trabajaba había falsificado su edad para parecer más chica, dejó de creer en papá Noel a los 6 años cuando fue a verlo a un tienda; y San Nicolás le terminó pidiendo un autógrafo. Peor fue cuando en 1939 una mujer intentó asesinarla durante una entrevista radial porque aseguraba que le había robado el alma a su hija de 10.

Y si bien sus padres no llegaron al extremo de los dos casos anteriores, igual cumplieron su no-rol de padres. Su madre por las noches la sometía a largas sesiones para hacerle sus famosos y perfectos rizos y la hacía estudiar los guiones para el día siguiente.

Como si fuera poco, cuando fue mayor de edad y quiso disponer de su dinero, de los millones que había conseguido, solo quedaban unos 40 mil dólares en su cuenta debido a la mala administración de su padre.

Por suerte también pudo reinventarse y en 1974 fue nombrada embajadora de EE.UU en Ghana, y se convirtió en la primera mujer jefa de Protocolo del Departamento de Estado de la Casa Blanca.

Shirley Temple murió el 10/02/2014 a los 85 años, por causas naturales, rodeada de sus familiares.

Asi como ven la fama a tan corta edad puede traer millones de problemas además de los millones de dólares, incluida la codicia de los propios padres.

Para más información, les recomiendo el documental de HBO: Los niños de Hollywood (Showbiz Kids), el cual ofrece una visión sin tapujos del trabajo como actor infantil en la industria del entretenimiento, un negocio de alto riesgo y alta remuneración. La película describe el coste personal y profesional de la fama y el fracaso de un niño.

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