Por René Laphond
Hace 20 años, precisamente después de proyectar Insomnia en el 2002, Christopher Nolan les presentó la idea a los ejecutivos de Warner Brothers sobre una película acerca de ladrones de información y de originación de ideas a través de los sueños. El estudio la aprobó pero como aún no estaba acabado el guion, Nolan se lo llevó para trabajarlo pensando que tardaría “unos cuantos meses”. Bien, ahora sabemos que se tardó perfeccionándolo 8 años. Esa película es Inception.
La dirección.
Un thriller de ciencia ficción contemporáneo, enigmático, conceptual, hipnotizante, que nos atrapa desde el primer instante. Trata sobre un especialista en robo de información por medio de adentrarse en los sueños de sus objetivos, pero no puede regresar a su hogar por problemas legales relacionados con la muerte de su esposa. Es entonces cuando una muy objetiva oferta se le presenta, con la cual podría cumplir sus sueños de regresar a donde están sus hijos en EEUU; el problema es lograr un trabajo casi imposible y complicado: originar una idea dentro de la mente de un rival corporativo de su empleador y para lo cual recluta a un equipo particular con el que debe cumplir su meta o quedar en estado catatónico de por vida mientras su cuerpo cumple una condena en la cárcel si no lo logra.
Esta película cumple con las características de un film de Chris Nolan: empieza con escenas que se desarrollan casi al final de la historia, referencias culturales, científicas o mitológicas inherentes en los personajes, la música perfecta de Hans Zimmer y obviamente, el jugar con el tiempo, no sólo en la edición sino como un personaje más de la película.

Nolan parece entender el tiempo como un ente y lo describe diferente en cada una de sus creaciones: Memento es una historia de atrás hacia adelante, dándonos la idea de no tener memoria a corto plazo como el protagonista, Inception donde el tiempo dentro de un sueño es más extenso que el lapso que duramos en realidad soñando, Interstellar donde el tiempo es relativo según el lugar en el espacio donde te encuentres, Dunkirk donde entre cielo, mar o tierra pudo contar una misma historia, una desarrollada en una semana, otra en un día y otra en una hora, y ni qué decir de Tenet, si existe una película con el adjetivo de “capicúa” tendría que ser esta.
Dejando aparte la trilogía de The Dark Knight, más lineal o The Prestige, utilizando el tiempo mezclado en escenas por la edición.

Además, Nolan es un fan de las películas de James Bond, visualmente se puede ver su influencia en la primer escena dentro de la casa de Saito y en el tercer sueño, en la montaña nevada que fue inspirada en “007 Al servicio secreto de su Majestad” de 1969. Nolan se caracteriza por no usar segunda unidad para tomas de exteriores o paisajes.
“Toda toma merece la misma atención de mi parte”.
Declara.
Los personajes.

Las simbologías siempre son asombrosas aunque con tanta información a veces es difícil notarlas. Para empezar, las iniciales de los personajes Dom, Robert, Eames, Arthur, Mal y Saito, deletrean “Dreams“.
Si añades Peter, Ariadne, y Yusuf, completo dice “Dreams Pay“, que es básicamente a lo que se dedica Cobb, que por cierto, significa “hogar” en la mayoría de los lenguajes eslavos, motivación que tiene el personaje sobre regresar a su hogar; además de hacer honor a Henry N. Cobb, arquitecto de rascacielos, los cuales aparecen en el mundo creado con Mal en el limbo.
Ariadne en la mitología griega es quien le da el cordel a Teseo para entrar al laberinto del Minotauro, en la película ella es la arquitecta encargada de diseñar el espacio del sueño y puesta a prueba por Cobb con diseños de laberintos. Yusuf es el árabe de Joseph, quien en la biblia tiene el don de interpretar los sueños, aquí se encarga de mantener durmiendo al equipo con sus químicos.
También Eames en honor a Charles y Ray Eames, diseñadores de mobiliario y edificios.

Mal, interpretada por Marion Cotillard, en nuestro idioma y en francés significa lo mismo, maldad. Es por eso que siempre que aparece en pantalla da la sensación de que algo malo va a realizar. Además, Cotillard interpretó en “La vie en rose” a Édith Piaf, (ganando el Oscar a mejor actriz) y la canción que usan para despertar de cada sueño es “Non, je ne regrette rien” de la francesa, lo cual Nolan dice que fue pura coincidencia y no tenía que ver que la actriz fuera Marion, puesto que el papel había sido pensado para Kate Winslet, quien lo rechazó por no poderse visualizar como Mal.
En esta película, los personajes son de los 5 continentes: Cobb, Arthur, y Mal son americanos.
Cobb recluta a Ariadne de Paris, Francia; Eames y Yusuf de Mombasa (Africa), Saito es japonés (Asia) y Fischer es de Australia.
Lo visual.

Sin pantalla verde ni CGI, Inception fue grabada con efectos reales y prácticos. De lo más notable es la escena de pelea en el pasillo de hotel donde literalmente es un pasillo giratorio con los actores suspendidos con cables (estos sí borrados por computadora) para dar el realismo de estar sin gravedad, es por eso que el cabello de, en ese entonces Ellen Page, lo trae recogido, pues sería difícil mostrarlo sin gravedad si lo trajera suelto.
Estos efectos se suman a las escaleras interminables y la avalancha en la montaña, todo sin gráficos de computadora.
Hablando del diseño de producción, cada sueño es muy diferente visualmente uno del otro, lo que hace fácil el saber en dónde se encuentra la historia: de la lluvia al hotel, del hotel a la nieve, de la nieve a la playa. Entre más profunda la estancia, más colapsante se siente el entorno, como en los sueños.
El reparto.

Entre ellos 4 premios Oscar, 2 de Sir Michael Caine, 1 de Leonardo DiCaprio y de Marion Cotillard respectivamente, y 18 nominaciones totales en el elenco: 6 de Caine, 5 para DiCaprio, 2 para Cotillard, y 1 para cada uno entre Elliot Page, Tom Hardy, Ken Watanabe, Tom Berenger y Pete Postlethwaite. Aunque sin nominaciones, Cillian Murphy es un actor recurrentemente utilizado por Nolan (no tanto como Michael Caine con quien ha trabajado en 8 películas) y el poderlos llevar a otras instancias, como la mayoría de ellos en The Dark Knight Rises, habla de cómo tratarlos en otro tipo de complejos personajes.
Ahora, estas nominaciones solamente son mencionadas para los actores, pero su equipo de trabajo, fotografía, música, vestuario, diseño de producción y demás, también tienen sus galardones.
El final.
Muchos espectadores quedaron insatisfechos con el final ambiguo donde Cobb, al ver por fin a sus hijos, gira la peonza para saber si está soñando.

Bien, aunque en la película lo vemos utilizarla para ello, sabemos que ese tótem era de su esposa Mal, pues la originación que hace Cobb con ella al colocarla dentro de una caja fuerte dentro de sus sueños, hace que ella siga pensando que es su vida está aún dentro de uno. Ahora bien, en realidad el tótem de Cobb es el anillo de matrimonio, lo cual lo usa cuando está en el plano real y no aparece en su mano cuando está dentro de un sueño. Así que en la escena final se observa su anillo, indicando que es real lo que está viviendo. Además, como lo afirma el mismo Sir Michael Caine, su personaje se encuentra en la escena, por lo tanto debe ser real; tan real como que Caine fue de los actores mejor pagados del elenco, tan solo con 3 minutos de tiempo en pantalla…
El tiempo, el Oscar y Christopher Nolan.

Nolan no ha ganado Oscar a mejor director, “es el director que el Oscar merece, pero no el que necesita ahora” (parafraseando a Gary Oldman como James Gordon en “The Dark Knight”).
El Oscar para Chris Nolan como mejor director pareciera cuestión de tiempo, aunque, si sabemos que alguien conoce el tiempo como nadie, es Chris Nolan.
