Por Kevin Alcaraz
Sade es sinónimo de elegancia, de una de las puestas en escena más vistosas que se recuerden. Su carrera intachable la convierten en una de las más distinguidas en el ámbito británico. Pero Sade representa una banda y no solo aquel bello rostro que invadió la MTV a mediados de los ochentas.
Tan natural es confundir a la banda con su cantante Helen Folasade Adu, como lo es confundir el R&B con el Soul.
Después de todo, la agrupación sí debe su nombre a Adu, sin mencionar lo eclipsante y atractivo de su carisma para el resto de la banda.
Se fundó en Londres en 1982 y sus miembros son: Andrew Hale (teclados), Paul Denman (bajo), Sade Adu (voz) y Stuart Matthewman (guitarra y saxofón). Los cuatro presumían escuelas diferentes que iban desde Astrud Gilberto (Sade) o Isaac Hayes (Stuart) hasta The Clash (Paul). Esto, más su increíble química, resultó en un cóctel musical nunca antes visto. El público londinense no sabía si lo que escuchaban era Jazz, R&B o Soul latino.
Consecuentemente, las casas productoras no tardaron en tocar las puertas de la agrupación. Epic Records resultó ser la disquera elegida, pese a que, originalmente, solo estaban interesados en Sade Adu como solista En cambio, la banda tendría su primer gran acierto al permanecer unidos y exigir un contrato con plena libertad creativa y comercial, algo sumamente inusual aún hoy en día. El resultado fue el álbum debut Diamond Life, publicado en 1984.
Los sencillos Hang on to your love, Your love is king y, especialmente, Smooth operator pagaron con creces la confianza de Epic Records. El álbum llegaría a lo más alto en las listas de ventas de varios países, la banda ganaría múltiples premiaciones e incluso sería invitada a presentarse en el épico concierto de caridad Live Aid en el Wembley Stadium, una oportunidad particularmente especial, ya que Adu es originaria de Nigeria.
¨I was so nervous because Live Aid is so big and so vast that you can’t comprehend the world issues, therefore you feel quite small. ¨
Sade, 1985

Sin duda, los ochentas fue la década más prolífica para la banda.
Los álbumes Promise y Stronger Than Pride cimentaron el estilo de Sade; un sonido claro y armonioso que prescinde lo más posible de instrumentos eléctricos, contrario a la tendencia de ese entonces (Depeche Mode, Tears for Fears). Canciones como Is it a crime, Paradise y The sweetest taboo, sigilosamente, los mantuvo compitiendo en la que probablemente ha sido la época más fértil para la música, una era dominada por Michael Jackson, Madonna, George Michael y Prince, por decir algunos.
Ya entrados los noventas, la dinámica dentro del grupo había cambiado, los cuatro integrantes acordaron tomarse descansos más prolongados entre giras. Además, Andrew, Paul y Stuart formaron su propia banda llamada Sweetback, lo que impactaría también en la frecuencia con la que componían nuevo material. Todo esto causó que Sade solo publicara un álbum de estudio durante toda la década.
Love Deluxe se lanzó en octubre de 1992 y sus sencillos Cherish the day, Kiss of life y No ordinary love de nuevo colocaron a Sade en lo alto de las listas de popularidad. Sin embargo, al álbum le siguieron ocho años de ausencia y rumores alrededor de la banda. Incluso los medios ventilaron que Sade Adu tenía problemas mentales y de adicciones.

Este ruido provocó que en el año 2000 el álbum Lovers Rock, fuera recibido con menos entusiasmo en relación a los trabajos anteriores de la banda. Aquello enraizó más sus ideas de fungir como músicos y no como figuras públicas. Andrew, Paul, Stuart y Sade se alejaron del ojo público dedicando tiempo a sus familias y concentrándose en el siguiente disco: Soldier of Love que sería lanzado en 2010.
Ha pasado una década desde el último material de Sade. En palabras de Stuart la banda ha estado trabajando en un nuevo álbum desde hace un par de años.
¨We’re working on a new álbum. When we’re happy, then we’ll let everyone else hear it. ¨
Matthewman, 2018
La emoción de los más fieles seguidores de la banda no ha sido menor ya que, según parece, cuanto más largo es el hiato, más vale la pena la espera, sin mencionar que este será el más prolongado de sus descansos.
Ante las puertas de lo que parece ser un nuevo álbum es buen momento para reflexionar las claves para el éxito de una de las bandas más rentables, aclamadas y estables de los últimos 40 años. Sade tiene, principalmente, una identidad envidiable, libre de modas o tendencias lo que hace que su música sea atemporal. Sus canciones giran en torno al amor, pero no al que suele ser superficial, sino que hablan de las facetas más difíciles de amar: el compromiso, la constancia y la amistad.
La música de Sade es testimonio de su carrera, la pasión en sus letras, la gentileza en ejecución, lo concentrados que están en hacer familia entre ellos y lo desatendidos que están en cumplir las expectativas de una industria voraz.
“Solo puedes crecer como artista siempre y cuando te permitas el tiempo para crecer como persona.”
Sade, 2020