Por René Laphond
Siendo sincero, conocí The Crow primero en el cine que en el cómic y creo que todos así lo hicimos, ya que en ese entonces no se compraban más que cómics de Marvel por Editorial Novedades y Editorial Vid publicaba DC, de estos sólo eran unos cuántos títulos y muchas veces no llevaban continuidad exacta, ahora si preguntas que en los puestos de revistas en 1989 vendieran un cómic independiente de 4 tomos en blanco y negro con una historia tan densa y de un personaje desconocido, estaríamos hablando casi de un imposible en el país para esos años.
Sólo hablaremos del cómic original ya que con los años han surgido hasta 14 protagonistas diferentes en otras series publicadas y hasta novelas gráficas.

Ahora bien, la película se volvió de culto por la muerte del protagonista Brandon Lee y todo lo que envolvió el accidente. Mucho se ha hablado de esto, como que hizo que la industria del cine verificara los protocolos de las pistolas y balas de utilería con candados más estrictos de seguridad y lo coincidente que fue la muerte tan prematura de padre e hijo entre otras cosas.
Pero aun así, siendo una adaptación muy fiel al cómic, lo fue más en el aspecto estético, ya que varias cosas cambiaron en los personajes para poder proyectar una historia más entretenida, cinematográficamente hablando.
La icónica serie de cómics de James O’Barr se centró en un hombre llamado Eric Draven que, junto con su prometida, son brutalmente asesinados por una banda de matones cuando en la carretera se descompone su auto. Un año después, una fuerza mística en forma de cuervo lo resucita y se dispone a vengarse… y eso hace.
El problema con la historia del cómic es que es unidireccional, no tiene un altibajos, no temes por la vida del protagonista (dentro de lo que podamos decir vida, ya que está muerto) en ningún momento, no tiene debilidades o un marco de tiempo limitado para cumplir su misión, simplemente va encargándose de los matones uno por uno hasta que acaba con ellos, lo cual si hubieran adaptado a la película exactamente, tal vez no estaríamos hablando de ella como un nuevo clásico y se habría perdido en el vacío de películas malas como Spawn, Steel o Catwoman, (está bien, exageré).
Entre algunos cambios en su adaptación podemos mencionar que Eric tiene un aire más poético en sus diálogos, Sarah no tiene un papel importante en el cómic, el cuervo no es la debilidad del resucitado Eric, Top Dollar no es el villano principal sino T-Bird o no hay “noche del diablo”.
El cómic es tres veces más violento, tiene flashbacks y metáforas expresadas solamente con imágenes sin diálogos, además que publicarse sin colores nos transporta a una atmósfera malsana y decadente, en una ciudad sin nombre y con la percepción de que la vida y la felicidad en ese mundo que no tiene esperanza, la gente vive en la inmundicia entre alcohol, drogas y todos los males sociales de la época.
Esto último lo más icónica y fielmente adaptado.
Ahora bien (sin hablar de las secuelas ni series de TV), hemos escuchado esto varias veces, pero ahora se está desarrollando un remake de The Crow con el actor de It, Bill Skarsgård en el papel principal de Eric Draven y el director de Snow White and the Huntsman y la adaptación del manga y anime Ghost in the Shell, Rupert Sanders detrás de las cámaras que están programadas para rodar en junio.

Múltiples cineastas han intentado volver a contar esta gótica historia y aunque algunos fanáticos seguramente estarán encantados de saber que esta readaptación ha cobrado una nueva vida, es posible que la noticia no sea recibida con un entusiasmo particular de muchos otros que sienten que en la versión de 1994, Alex Proyas hizo un trabajo perfecto al adaptar la historia y debería dejarse en paz.
La realidad es que se tiene la oportunidad de adaptar lo que se omitió la primera vez y crear un filme independiente de su antecesora pero sin dejar de ser fiel al material original y gustar a las nuevas generaciones, así como sucedió con la también protagonizada por Skarsgård, It de Stephen King, la cual no adaptó las escenas que se hicieron en la noventera (afortunadamente).
Sólo nos resta esperar un tiempo y que las expectativas estén a la altura de algo que los fans tenemos en un pedestal y que vemos religiosamente cada 30 de Octubre en nuestro hogar (estoy seguro de que no soy el único loco que lo hace), para rendirle culto al difunto Brandon Lee en la Noche del Diablo. Por lo pronto, me da buena espina que Bill Skarsgård se parece mucho al Eric del cómic y que Rupert Sanders haya incorporado lo mejor del anime en su versión de Ghost in the Shell, aunque el público no la haya entendido por desconocer la fuente, pero como dicen por ahí: no puede llover todo el tiempo…

¿Esperado, inesperado o desesperado? Lo sabremos luego.