Ace of Base: los astros también mueren.

Por Kevin Alcaraz

El pop sueco suele ser descaradamente alegre; prueba de ello fue la iconografía alcanzada por ABBA en los setenta y luego por Roxette en los ochenta. Consecuentemente, la última década del siglo preparó el más inverosímil de los cócteles musicales escandinavos donde se conjugaron el dance y un reggae caracterizado por la disonancia entre tonos mayores y menores. Por supuesto, esta fórmula probó ser una fábrica de hits tan efectiva que parecía maquinar sencillos con solo apretar un par de botones.

Ace of Base: los astros también mueren.