The Velvet Underground: vanguardia cáustica.

Por Kevin Alcaraz

No hay duda de que los Beatles reinan a placer en el mainstream musical en términos de valor cultural; pero, ¿quién prevalece en la escena underground? Fácil: aquel grupo de bohemios, ignorados, audaces, literatos e intransigentes que trascienden como -posiblemente- los más grandes exploradores que el rock ha visto, y cuyo éxito fue inversamente proporcional al impacto que tuvieron sus travesías.

En 1963, el todopoderoso Andy Warhol fundó The Factory -el famoso estudio artístico que retrataba con brillantez el lado oscuro del glamour en Manhattan, y que servía de hogar para cualquier acto osado salido de las alcantarillas neoyorkinas-, sin sospechar que sería una banda local llamada The Warlocks, quienes definirían su carrera tanto como la serie de latas de sopa Campbell.

Pronto, los cuatro jóvenes en cuestión –John Cale (bajo, viola, teclados), Lou Reed (guitarra, voces), Sterling Morrison (guitarra) y Maureen ¨Moe¨ Tucker (batería), renombraron su innovador proyecto musical como The Velvet Underground, luego de iluminarse cuando vieron un libro sobre la subcultura del sadomasoquismo del mismo nombre tirado en la calle.

“We hated the summer of love with a vengeance.”

Cale.

Ávidos por la experimentación artística, la banda se enfiló con Andy, para que este produjera su álbum debut; y de paso, diseñar la híper icónica portada de este -un gran plátano amarillo con una leyenda en su punta que invitaba a ¨pelar lentamente y ver¨ un sugestivo banano rosado debajo del original-. La única condición que este puso, era que, la bella modelo alemana Nico fuera considerada como una figura vocal en el disco; los miembros aceptaron a regañadientes.

Sin embargo, ni siquiera la infinita reputación de Warhol bastó para que algún sello discográfico se interesara en esta banda de nihilistas, cínicos, experimentativos y producto del libertinaje; salvo uno: MGM Records. Para esto, el material -que había sido grabado en solo unos días- tuvo que esperar cerca de un año, hasta, por fin, ser publicado como The Velvet Underground and Nico en 1967.

“The most prescient rock album ever made.”

Rolling Stone.

Por cierto, durante las sesiones de estudio se filmaron también extractos que, hoy en día, sobreviven en forma de cinta obligada para todo amante de la música alternativa: Exploding Plastic Inevitable.

Así, Sunday morning, I´m waiting for my man, Femme fatale, Venus in furs, Heroin y I´ll be your mirror, emergieron como joyas no perecederas del amanecer punk. Auténticas obras maestras que conspiraron para darle forma a uno de los álbumes más influyentes de todos los tiempos. Un trabajo tribal y sin cimbales, que retumbó con tanta fuerza que su eco aún se escucha con claridad a más de cinco décadas de distancia de su publicación.

“Everyone who bought one of those 30,000 copies started a band.”

Brian Eno.

Curiosamente, la banda se metió en problemas legales por usar en la contraportada una fotografía donde se veía al actor Eric Emerson. Aunque este pidió una indemnización de $500,000 -cerca de $4,000,000 actuales-, lo convencieron de mejor recibir regalías por ventas durante dos años. Una jugada maestra, considerando el rotundo fracaso comercial del álbum.

Con la moral aún intacta, el grupo -en especial John y Lou– resolvieron que debían desprenderse de Andy y de Nico, si es que querían forjar un legado propio. El único problema es que, quien entró al relevo fue el controversial agente Steve Sesnick.

Andy sat down and had a talk with me. ‘You gotta decide what you want to do. Do you want to keep just playing museums from now on and the art festivals? Or do you want to start moving into other areas? So I thought about it, and I fired him.”

Reed.

Inmediatamente después, se pusieron a trabajar en White Light/White Heat (1968); un álbum con cero tabúes, que hablaba abiertamente -y no de forma condenatoria- sobre el sadomasoquismo, las anfetaminas, el sexo y los trasvestis. También, llevó la distorsión, la atonalidad y la sobreamplificación a lugares inexplorados, con largas secciones de improvisación y una sinergia realmente memorable.

La Velvet se sabía prodigiosa, por lo que, el nuevo fracaso en ventas del disco, sumió a Cale y Reed -dos egos monumentales- en diferencias irreconciliables. De hecho, se dice que Lou amenazó a Sterling y a Moe con desintegrar a la banda, salvo que respaldaran el despido de John de la misma. Y es que, era evidente que este último era el miembro más dotado y vanguardista musicalmente del grupo; por lo que, ya no se alineaba con el nuevo porvenir.

“The reason why he had to get rid of Cale in the band was his ideas were just too out there. Cale had some wacky ideas. Reed was trying to make the band more accessible.”

Michael Carlucci.

Ahora con Doug Yule en el bajo, el tercer álbum The Velvet Underground (1969), daba fe de un sonido genial, pero más temeroso, tradicional, folk; con líricas menos punitivas o controversiales, sino, más bien, introspectivas y filosóficas– algo muy propio del dictador en turno-.

Pese a que, Candy says, Pale blue eyes y After hours se desprendieron con buena aceptación, paralelamente, había llegado una nueva gerencia a MGM Records, cuya flamante política consistía en purgar cualquier proyecto que glorificara el consumo de drogas. Así, la banda se vio condenada por enésima vez al exilio de las listas de popularidad.

Cuando firmaron con Atlantic Records para la publicación de Loaded (1970), se auguraba la llegada de las primeras mieles del éxito. Contrariamente, significó la despedida de Reed, quien buscaba salir del mar de presiones que, supuestamente, Sesnick puso sobre sus hombros.

“Few rock groups can claim to have broken so much new territory, and maintain such consistent brilliance on record, as the Velvet Underground during their brief lifespan.”

AllMusic.

Who loves the sun, Sweet Jane, Rock & roll y Oh! Sweet Nuthin´ fueron lo más cercano que estuvo el grupo de la fama -algo lejano aún-, pero que dignificaron la brevísima historia de la banda. Rock and roll callejero, simple, puro y duro.

El resto de los integrantes -liderados por Yule-, decidieron continuar y grabar un más que olvidable álbum llamado Squeeze en 1973. Incluso la prensa se mofaba de dicha pretensión llamando al grupo The Velveteen Underground. Sin embargo, y, a pesar de ser un trabajo entre mediano y malo, con los años se convirtió en un objeto invaluable para los coleccionistas; pues, fue hasta 2012 en que este fue editado en CD oficialmente.

Se dice que la disolución de la Velvet Underground fue en junio de 1973 -para este punto, incluso Sesnick había abandonado la nave meses atrás-, pero esto es completamente irrelevante; ya que, es bien sabido que la banda murió cuando Lou abandonó inesperadamente a sus compañeros tres años antes.

“I think you could just play ‘Sweet Jane’ for two hours for some people, which is very flattering, but I have no interest in doing that.”

Reed.

Afortunadamente, el cantante no tardó en alcanzar el estrellato que tanto anhelaba, con Transformer (1972), y, gracias a otros 21 trabajos, edificó una importante carrera como solista. Del mismo modo, John hizo cosas interesantes en solitario, y produjo otro álbum pilar en el alba punk como The Stooges (1969); así como varios álbumes de la mismísima Nico -quien, por cierto, murió en 1988 de una hemorragia cerebral tras un accidente en su bicicleta-.

Por otro lado, Sterling se convirtió en profesor de literatura en la Universidad de Texas en Austin; mientras que Moe, formó una bella familia, e intentó vagamente volver a los escenarios. Yule, por su parte, trabajó un par de veces con Reed, pero no logró gran cosa con su carrera.

Aunque en 1985 se publicó un compilatorio de rarezas de la Velvet llamado VU, tras el triste fallecimiento de Warhol en 1987, Lou y John aceptaron -a expensas de sus rivalidades-; primero, grabar un álbum en su memoria llamado Songs for Drella en 1990; y luego, reunirse con Morrison y Tucker para una serie de conciertos en 1993; que, aunque pocos, representaron la única vez que gozaron de verdadera aclamación como cuarteto.

¨You could say that Lou Reed wanted to be famous and John Cale wanted to be infamous.”

Richard Witts.

Poco después, en 1995, Sterling murió de cáncer linfático; por lo que, no estuvo presente cuando la agrupación fue inducida en el Salón de la Fama del Rock and Roll al año siguiente.

Por último, Reed falleció por complicaciones hepáticas en octubre del 2013; dejando al mundo sin uno de los progenitores del punk. Y es que, si bien, el canon punketo dicta que The Clash puso el cerebro en el género, la realidad es que Lou -y compañía- lo había hecho diez años antes.

“The world has lost a fine songwriter and poet…I’ve lost my ‘school-yard buddy.”

Cale

Por otro lado, juntos, se convirtieron en héroes para colosos musicales como David Bowie y Patti Smith. Pioneros en la cultura de Do It Yourself -sin la cual no podrían existir grupos como Joy Division, Sonic Youth o los Pixies-, precursores en concebir el ruido como una expresión artística y padres de la escena New Wave y cualquier movimiento alternativo rockero.

De hecho, en 2004, la revista Rolling Stone colocó a la Velvet Underground en el puesto 19 en su lista de los 100 Mejores Artistas de Todos los Tiempos -superando con creces a ídolos como Prince, Michael Jackson, Johnny Cash, Queen o Pink Floyd. Y es que, no es nada exagerado afirmar que, sin sus cuatro álbumes de estudio, sería imposible comprender los inicios del art-rock. Fueron apóstoles de una carrera lacónica cuyo impacto vivirá para siempre.

“Arguably the most influential American rock band of our time.”

The New York Times.

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