Por Jackpot
Diciembre cierra con la esperanza de que el mundo pueda ser diferente, y que el año venidero nos traiga más dicha y prosperidad; esto lo representa en gran parte la industria cinematográfica, en cuya evolución permanecemos atentos. En esta ocasión nos corresponde ver cuales fueron las películas más influyentes de este año moribundo desde la visión de nuestros colaboradores. Suena la clacketa, que este año ha llegado a su final.
#5 The Northman.

¿Qué es una película “seria”? ¿Por qué le tenemos miedo al cine “serio” o “bueno”? ¿Tendremos miedo a “no entenderle” y quedar cómo tontos? ¿O nos dará más miedo que sí esté bueno y toda esa ideología Marvel-Disney que defiende superproducciones mediocres con el argumento de que son “palomeras” se venga abajo, al primer contacto con una película de verdad? El director Robert Eggers (La bruja, El Faro) pone a prueba esta segunda hipótesis con El hombre del norte, una película de acción bien hecha, proeza técnica y aventura emocionante a la vez, que supera los prejuicios de lo que “separa” al cine “serio” del “divertido” y, además, refrenda su puesto como el maestro contemporáneo de la fantasía gótica. Imperdible.
–Alejandro Manzano–
#4 Nope.

Después de que el patriarca de la familia Haywood fallece en un extraño suceso atmosférico, OJ (Daniel Kaluuya) y Em (Keke Palmer), deberán sacar a flote el negocio familiar mientras investigan la causa del fallecimiento de su padre y una presencia inteligente oculta entre las nubes.
Esta tercera cinta de Jordan Peele llena la pantalla de suspenso, a través de la ciencia ficción y una forma original de terror por supuesto entretejiendo la historia con una inteligente crítica sobre el precio de la indomable fama y la constante búsqueda por estar en la cima.
–Karla Chavarría–
#3 The Batman.

Si aún no has visto la película, antes de preparar tus palomitas tienes que recordar lo siguiente: no esperes una película de superhéroes con CGI espacial, fanservice, un sin número de peleas de media hora o humor a la mitad de la acción al estilo Marvel. Es más, ni siquiera esperes ver una película de superhéroes. ‘The Batman’ es algo distinto.
Estrenada el 4 de marzo y dirigida por el ya mencionado Matt Reeves, es una cinta que en 175 minutos en la que se narra el segundo año de Bruce Wayne como Batman, moviéndose por diferentes géneros como el thriller, la acción, el drama y el suspenso. No es tanto de superhéroes, sino de neo-noir.
A diferencia de algunas películas anteriores que parecieran ser un pretexto para presumir al villano en cuestión, la nueva película de Reeves permite que Batman brille, que cuente su propia historia, que sus cuestionamientos, emociones y desarrollo protagonicen lo que el espectador está a punto de ver, permitiéndole explorar sus propias motivaciones con mayor libertad, y como ninguna otra película lo había hecho hasta ahora. Su mayor logro es que Batman, quien siempre estuvo trabajando desde lo más alto de la élite y las terrazas de la policía, pone sus pies en el suelo por primera vez para redescubrir su misión en una renuncia simbólica de privilegio para volver a las personas y convertirse en la esperanza que necesitan. Esta película se propone derribar la percepción moral simplista que tiene. Bruce Wayne al principio de la historia, para complejizar con la realidad, para explorar todos los grises de Ciudad Gótica. “The Batman” destruye a su propio héroe, lo despoja y lo transforma radicalmente para darle un renacimiento épico.
–Stephany Peña–
#2 Top Gun: Maverick.

Se trata de, quizá, la más grata sorpresa del año. El público esperaba poco más que un refrito de la película original de 1986… y eso obtuvo.
Top Gun: Maverick arremete seriamente a la nostalgia de una audiencia cinéfila actual que difícilmente fue contemporánea a los años ochenta. Aún así, es bien aceptado que se trató de una época de ¨opulencia¨ social y política, llena de héroes de acción, y de la cual, de lo último que queda es precisamente Tom Cruise.
Sin embargo, la cinta y su narrativa van más allá de un simple hombre luchando contra su sexualidad -como bien explicó Tarantino-; sino que se sienten como una historia tremendamente arquetípica bien contada. ¿Quién no tiene remordimientos?, ¿jefes odiosos?, ¿buenos amigos que se van para no volver? ¿Quién no siente la necesidad de la velocidad? Encima, la adrenalina que destila cada fotograma con sus efectos prácticos es digna de un auténtico espectáculo cinematográfico.
–Kevin Alcaraz–
#1 Everything Everywhere All at Once.

“Todo en todas artes y al mismo tiempo” es una de esas peculiares obras de arte que posee la característica de darle al espectador la libertad de interpretar, comprender y sentir sin que sea la visión específica de los realizadores la que marque el ritmo de la película.
Al igual que su título posee una profundidad de tópicos que se expanden en nuestra mente como multiversos: amor, familia, comunicación, conexiones, preocupaciones, temporalidad, coincidencias, empatía, trascendencia y el sentido de pertenencia son tratados filosóficos que este filme nos establece recordándonos que las decisiones tomadas, así como nuestra crianza determinan nuestro rol en el universo, haciéndonos villanos o héroes.
Arquitectónicamente cada pieza en esta película desde lo técnico hasta el arte de producción son fragmentos de belleza que al unirlos la convierten en lo mejor del 2022.
–Mónica Ce Per–