
Me gusta la filosofía sobre todo cuando es posible tomar una distancia humorística de ella, y también cuando podemos hacerla parte de un flujo interminable hacia otros saberes y aspectos de la cultura.
Disfruto mucho de la ilustración y el aforismo, de las entrevistas, es decir, de ese tipo de escritura y voz a los que difícilmente se les puede capitalizar académicamente. Muchas de mis convicciones filosóficas e ideológicas colapsan con mi gusto por al comida rápida y los tenis, contracción y colapso sumadas a otras tantas, y que es asumida sin culpa.
Me gusta la filosofía sobre todo cuando es posible tomar una distancia humorística de ella, y también cuando podemos hacerla parte de un flujo interminable hacia otros saberes y aspectos de la cultura.
Disfruto mucho de la ilustración y el aforismo, de las entrevistas, es decir, de ese tipo de escritura y voz a los que difícilmente se les puede capitalizar académicamente. Muchas de mis convicciones filosóficas e ideológicas colapsan con mi gusto por al comida rápida y los tenis, contracción y colapso sumadas a otras tantas, y que es asumida sin culpa.